Los montes de Coruxo aspiran a convertirse en el futuro próximo en todo un referente en cuanto a la producción de setas. Tras un cambio en los órganos directivos de la Comunidad de Montes, sus nuevos responsables miran a Japón y a las especies autóctonas para desarrollar zonas en las que la producción de boletus, shiitake o níscalos, entre otros, genere riqueza no solo económica, también medioambiental.
“Nuestra idea es combinar la producción de shiitake con la producción de otros tipos de hongos autóctonos como los níscalos y los boletus a través de la micorrización de especies forestales autóctonas para desarrollar nuestro bosque”, asegura Antonio Álvarez, presidente de la Comunidad de Montes de Coruxo. Mediante este proceso, se genera una relación simbiótica en la que hongos y árboles se benefician mutuamente para su crecimiento y alimentación. “Queremos diversificar y tener un bosque rico que nos ofrezca distintos productos”, añade el presidente de la Comunidad de Montes.
