Opinión

Contratación espacial y temporal

El conflicto promovido por el taxi contra las VTC no ha terminado. A pesar de que tanto la Generalidad como la Comunidad de Madrid han cedido, el sector del taxi no se conforma y las movilizaciones continuarán, al menos en Madrid. Se entiende mal que, pese al comportamiento salvaje de este colectivo, el daño económico y de imagen causado también a España, las recomendaciones de la Comisión Nacional de la Competencia y la legalidad vigente, ambas administraciones, con el Gobierno ausente, haya propuesto a los taxistas medidas que claramente limitan la competencia y perjudican a los clientes.
En Barcelona, el decreto que prepara el Gobierno y que básicamente concede a los taxis privilegios en cuanto a la contratación de un VTC en razón al tiempo que ha de pasar para que éste llegue a su cliente desde el momento en que se pide el servicio, acabará con unos 4.000 puestos de trabajo y decenas de empresas echarán el cierre. En Madrid, aún no conocemos las consecuencias de la exigencia a las VTC de prohibir su contratación cuando la distancia entre cliente y vehículo sea inferior a 300 metros o a 500 metros, si así lo decide el Ayuntamiento de la capital.
Todos estos inventos, fórmulas mágicas, no son más que concesiones y parches. No sería más fácil quitar corsés a la actividad del taxi en lugar de ponérselos a las VTC. El problema es que los taxis no quieren eso, quieren seguir manteniendo el monopolio. ¡Qué me quiten la competencia, qué desaparezcan! y van nuestras autoridades y legislan por el camino de las trabas a un sector, el de los vehículos con conductor, que dan empleo a 22.000 personas. Señores políticos, hay unas elecciones a la vuelta de la esquina, por qué piensan que favoreciendo al taxi, la compresión y apoyo de miles de barceloneses y madrileños va a estar con ustedes. El taxi ha hecho mucho daño a cientos de miles de personas. Sean menos complacientes con el chantaje y busquen fórmulas que no reduzcan la competencia. Hay varias sobre la mesa.

Te puede interesar