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La conductora y la fallecida en A Cañiza eran hermanas

Las tres jóvenes estuvieron más de dos horas atrapadas en el coche antes de que un ciclista viese el siniestro.
photo_camera Las tres jóvenes estuvieron más de dos horas atrapadas en el coche antes de que un ciclista viese el siniestro.
Una escapada para hacer rafting en Arbo acabó en tragedia para Livia y Belén, trabajadoras sanitarias. Las dos heridas, en la UCI .
Era una jornada para disfrutar haciendo rafting en el Miño, un día planeado entre amigas desde hacía un mes que culminó en tragedia. Dos de las tres viguesas que sufrieron el accidente en A Cañiza durante la tarde del sábado eran hermanas: Livia y Belén Mascuñana; la primera falleció en el siniestro y la segunda, quien conducía el Peugeot 308 siniestrado, se encuentra herida de gravedad. La tercera chica, una amiga de ambas, tiene como ellas 31 años, viajaba en el asiento del copiloto y también resultó herida.
Las tres amigas acudieron hasta Arbo para pasar un Día de Galicia algo distinto, practicando rafting en el río Miño después de unos meses intensos, puesto que al menos dos de ellas trabajaban como personal sanitario. Tras la práctica de deporte, algo a lo que Belén se encuentra habituada siendo una asidua de los torneos de pádel en Vigo, fueron a comer a un conocido restaurante en la parroquia de Pintelos. 
“Habían hecho la reserva hace un mes y fueron muy educadas. No bebieron alcohol en la comida y por la hora del accidente, el último sitio donde estuvieron tuvo que ser aquí”, reconocía ayer José, propietario del restaurante Cruceiro de Balsada. Las tres jóvenes salieron del restaurante y circularon por la carretera provincial PO-5.002, un camino sinuoso que los vecinos de la zona reconocen que “no es de paso habitual si no conoces bien esa carretera”. Fuentes próximas al dispositivo que acudió al lugar del accidente en la tarde del sábado señalan que “el punto donde el coche se precipitó está en un tramo de diez kilómetros de muchas curvas y carreteras estrechas en el que cualquier despiste te puede jugar una mala pasada”.
El accidente tuvo lugar en el puente que cruza el regato de Acebal, en la parroquia de Luneda, en un punto conocido como “O Pozo Negro”. El coche se precipitó por debajo del puente y quedó completamente volcado. En una zona de difícil acceso y sin apenas cobertura, las víctimas del siniestro pasaron cerca de dos horas hasta que un vecino que pasaba en bicicleta por la zona las escuchó gritar y dio aviso al servicio de emergencias.
Los agentes de la Guardia Civil fueron los primeros en llegar al lugar y sacaron a Livia del interior del vehículo. Los profesionales de Urgencias Sanitarias de Galicia-061 se personaron con dos ambulancias pero no pudieron hacer nada por salvar la vida de la joven fallecida. 
Fue necesaria la actuación de los bomberos de Ponteareas y Baixo Miño para excarcelar a Belén y a la copiloto. Las dos jóvenes fueron trasladas en helicóptero, procedente del Complejo Hospitalario de Ourense, hasta el Álvaro Cunqueiro, donde se encuentran ingresadas en la UCI.
 La Guardia Civil investiga qué pudo provocar este accidente, señalando que a las dos jóvenes hospitalizadas se les practicó la prueba de alcoholemia con resultado negativo. Sin marcas de frenado y ninguna señal que indique exceso de velocidad, la salida de la vía podría estar ocasionada por un simple despiste. “El accidente podría haber sido más trágico si se produjese en otra época del año. Ese regato tiene mucho caudal en invierno”, apuntan fuentes próximas al dispositivo de rescate. 
El funeral de Livia Mascuñana se celebrará hoy, con posterior incineración del cuerpo, en un cementerio de la ciudad.

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