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Condenan un vigués por abuso y exhibicionismo ante menores

El juicio se celebró ayer en la sala de la sección quinta de la Audiencia en Vigo, a puerta cerrada.
photo_camera El juicio se celebró ayer en la sala de la sección quinta de la Audiencia en Vigo, a puerta cerrada.
El procesado llegó a un acuerdo con el magistrado por el que reconoció los hechos y aceptó una pena inferior a los cinco años de prisión que se solicitaban por ambos delitos
n n n El hombre vigués acusado por el delito de exhibicionismo y abuso sexual fue finalmente condenado. La sección quinta de la Audiencia en Vigo celebró ayer en su sala el juicio –a puerta cerrada para preservar la intimidad de las víctimas, ya que se trata de dos niñas menores de edad– en el que el procesado se sentó en el banquillo, llegando a un acuerdo de conformidad. Así, el hombre reconoció ser autor de dos delitos por los que el fiscal solicitaba una condena de cinco años de prisión, reduciéndola significativamente, pero incluyéndose en el Registro Central de Delincuentes Sexuales.
Según recoge el escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar en la tarde del 29 de junio del pasado año, cuando el acusado se encontraba en el patio de su vivienda junto a su hija de nueve años y una amiga de la misma edad. Las dos niñas se encontraban en el lugar jugando al escondite, cuando el hombre –con antecedentes previos no computables con los delitos por los que se le juzgó en la jornada de ayer– habría comenzado a tocarse sus partes íntimas de forma reiterada, introduciendo la mano por debajo del pantalón. El fiscal señala que, tras los tocamientos, el acusado “se sacó el miembro en varias ocasiones, exhibiéndolo al tiempo que movía su mano de arriba a abajo”. Además, en el escrito de acusación se indica que el procesado llegó a levantarle la falda a la amiga de su hija, tocándole los gluteos “con ánimo libidinoso”. 
Por todo ello, el Ministerio Fiscal acusó al vigués de los delitos de exhibicionismo respecto de su hija menor y el de abuso sexual a una menor. Por el primero, se solicitaba una pena de un año de prisión y la privación de la patria potestad de su hija por un periodo de cinco años; mientras que por el segundo delito, se pedían cuatro años. Además, una vez cumplidas estas condenas privativas de libertad, se solicitaba al magistrado que estableciese medidas de libertad vigilada por cinco años. En cuanto a la responsabilidad social, el fiscal solicitaba –en concepto de daño moral– la indemnización a cada una de las menores con la cuantía de 3.000 euros. n

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