Opinión

Cloacas

El Estado también se defiende en las cloacas, dijo en su día el expresidente del Gobierno, Felipe González y con ello daba carta de naturaleza a lo que todo el mundo sabía, que todos los países tienen algunos lugares y algunos personajes que se mueven en los límites de la legalidad, cuando no la traspasan.  El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha recurrido a esas ‘cloacas socialistas’ para afirmar que son las que han sido las que han colocado una granada de mano en un centro de menores extranjeros no acompañados de un barrio de Madrid, al que los propios dirigentes de Vox habían señalado como un foco de conflictos. Parece un exceso malintencionado. Solo hace falta ver la actitud matonista de su ‘número dos’, Javier Ortega Smith, a la hora de condenar a regañadientes ese acto. Por cierto, es difícil de probar quien ha usado esa munición de guerra para sembrar la inquietud de los ‘mena’. Pero no la hay del discurso de odio que salen de las cloacas mentales de Vox.

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