Rodas, la mejor playa del mundo, junto al resto de arenales, además de una flora y fauna únicas, atraen a miles de visitantes
Cuesta creer que tan cerca de la ciudad haya un espacio tan único y natural como las Islas Cíes. No resulta sorprendente que cada vez sean uno de los destinos turísticos más conocidos de toda Galicia.
La experiencia de visitar estas islas empieza ya desde el propio trayecto. Ver la imagen de la silueta de las Cíes frente al océano Atlántico acercándose poco a poco desde lo alto del barco ya es uno de los momentos más singulares en toda visita.
Muchos de los veraneantes que se acercan estas islas suelen buscar una oportunidad para desconectar del día a día de la ciudad. Y es que Las Cíes ofrecen muchas maneras distintas para relajarse en verano. Sus playas son paradisíacas, con aguas cristalinas y una arena completamente blanca y brillante.
El arenal de Rodas, considerado por muchos una de las mejores playas del mundo, acostumbra a acoger a la mayor parte de los bañistas, sin embargo estas islas también están llenas de pequeñas calas menos transitadas. Playas que quizás son menos llamativas pero que ofrecen la posibilidad de descansar en un ambiente todavía más íntimo y natural.
Pero las Cíes también llaman la atención de muchos visitantes por su entorno natural virgen, con una fauna y una flora únicas. Las rutas de senderismo a los faros permiten adentrarse de lleno en las islas, y al llegar a lo más alto, gozar de unas espectaculares vistas de sus acantilados, así como de toda la Ría. La suma de todo esto hace de las Cíes unas islas únicas que aspiran a convertirse en Patrimonio de la Humanidad
El encanto único de las Cíes hace que sean muchos los que las visitan que deciden repetir. Para Mar y Juan son un destino habitual en sus veranos. "Repetimos por la tranquilidad y el paisaje", aseguran, "es un paraíso, venimos sobre todo por la playa que es preciosa, una de las mas bonitas de esta zona".
Aún así, hay todavía mucha gente que se acerca cada año a estas islas por primera vez. José se acercó este verano desde Madrid acompañado por su familia, "teníamos muchas ganas de visitarlas, son unas islas conocidas por todo el mundo", afirma, mientras remarca que le encantaría volver a visitarlas en otra ocasión. Para Juan Carlos, de Badajoz, las Cíes eran una parada fundamental de sus vacaciones por Galicia "conocíamos mucho el sur de España y este año decidimos hacer ruta por aquí, hemos venido a visitar las Cíes sobre todo por la playa".
Javi descubrió las islas por internet y al leer sobre ellas supo que tenía que visitarlas. La playa fue sin duda una de las principales razones por las que se acercó a las Cíes "pero también para hacer las rutas a los faros y conocer las islas".
Entre los visitantes de las Cíes también es cada vez más habitual encontrarse turistas extranjeros. Muchos de ellos llegan desde países al otro lado del mundo mientras que otros no desde tan lejos. Gonzalo se ha acercado a visitar las islas desde Lisboa. Esta es también su primera vez en las Cíes y destaca que "es un espacio muy natural, con aguas cristalinas".
La experiencia de visitar estas islas empieza ya desde el propio trayecto. Ver la imagen de la silueta de las Cíes frente al océano Atlántico acercándose poco a poco desde lo alto del barco ya es uno de los momentos más singulares en toda visita.
Muchos de los veraneantes que se acercan estas islas suelen buscar una oportunidad para desconectar del día a día de la ciudad. Y es que Las Cíes ofrecen muchas maneras distintas para relajarse en verano. Sus playas son paradisíacas, con aguas cristalinas y una arena completamente blanca y brillante.
El arenal de Rodas, considerado por muchos una de las mejores playas del mundo, acostumbra a acoger a la mayor parte de los bañistas, sin embargo estas islas también están llenas de pequeñas calas menos transitadas. Playas que quizás son menos llamativas pero que ofrecen la posibilidad de descansar en un ambiente todavía más íntimo y natural.
Pero las Cíes también llaman la atención de muchos visitantes por su entorno natural virgen, con una fauna y una flora únicas. Las rutas de senderismo a los faros permiten adentrarse de lleno en las islas, y al llegar a lo más alto, gozar de unas espectaculares vistas de sus acantilados, así como de toda la Ría. La suma de todo esto hace de las Cíes unas islas únicas que aspiran a convertirse en Patrimonio de la Humanidad
El encanto único de las Cíes hace que sean muchos los que las visitan que deciden repetir. Para Mar y Juan son un destino habitual en sus veranos. "Repetimos por la tranquilidad y el paisaje", aseguran, "es un paraíso, venimos sobre todo por la playa que es preciosa, una de las mas bonitas de esta zona".
Aún así, hay todavía mucha gente que se acerca cada año a estas islas por primera vez. José se acercó este verano desde Madrid acompañado por su familia, "teníamos muchas ganas de visitarlas, son unas islas conocidas por todo el mundo", afirma, mientras remarca que le encantaría volver a visitarlas en otra ocasión. Para Juan Carlos, de Badajoz, las Cíes eran una parada fundamental de sus vacaciones por Galicia "conocíamos mucho el sur de España y este año decidimos hacer ruta por aquí, hemos venido a visitar las Cíes sobre todo por la playa".
Javi descubrió las islas por internet y al leer sobre ellas supo que tenía que visitarlas. La playa fue sin duda una de las principales razones por las que se acercó a las Cíes "pero también para hacer las rutas a los faros y conocer las islas".
Entre los visitantes de las Cíes también es cada vez más habitual encontrarse turistas extranjeros. Muchos de ellos llegan desde países al otro lado del mundo mientras que otros no desde tan lejos. Gonzalo se ha acercado a visitar las islas desde Lisboa. Esta es también su primera vez en las Cíes y destaca que "es un espacio muy natural, con aguas cristalinas".
