GALICIA

Varias mujeres relatan episodios de "acoso" por parte del `Chicle`, que "salía a buscar" a jóvenes "morenas y delgadas"

Imagen del juicio por el crimen de Diana Quer
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La segunda jornada de declaraciones del juicio por el asesinato de Diana Quer ha permitido escuchar este miércoles el relato de varias mujeres que, en distintos momentos, han narrado haber sido víctimas de "acoso" o intento de agresión por parte de El Chicle, del que un amigo ha contado que usaba el robo de gasóleo como "excusa" para "salir a buscar" a chicas jóvenes, especialmente "morenas, de pelo largo y delgadas", en discotecas, clubes de alterne e incluso institutos.

El de este amigo del Chicle ha sido, precisamente, uno de los testimonios más reveladores de la jornada, ya que ha descrito, a preguntas de las partes, las costumbres de Enrique Abuín a la hora de "ligar" con mujeres.

Entre otras cosas, el hombre ha dicho que acompañó "muchas veces" al Chicle a institutos de la zona para ver a menores y "ligar con ellas", así como a discotecas y clubes de alterne, donde siempre buscaba a mujeres "morenas, delgadas y de pelo largo".

Además, ha apuntado que únicamente acompañó a robar gasóleo a Enrique Abuín un par de veces, pero que esta era la excusa que utilizaban con la mujer de El Chicle, con la que ya estaba casado, para justificar sus salidas "por la noche" para conocer a mujeres.

El testigo ha destacado que El Chicle llegó a "acosar" y "ser pesado" a través de las redes sociales a menores de edad y ha confirmado que era "insistente" con las chicas que le gustaban. Ambos hablaron del caso de la desaparición de Diana Quer, de la que El Chicle, ha indicado, dijo que "no la encontrarían más".

El testimonio de este amigo de Enrique Abuín también ha sido relevante en cuanto ha admitido que le acompañó a la nave de Asados meses antes de los hechos e incluso llegó a enseñarle el pozo en el que, posteriormente, se encontraría el cadáver de Diana Quer. "Levantamos la tapa para ver cuanta agua tenía con un hierro, hicimos cuña y levantamos", ha dicho el testigo, que ha explicado que el instrumento utilizado fue "un desmontable" que El Chicle siempre llevaba con él, algo que han corroborado otros testigos.

LA VIOLACIÓN DE SU CUÑADA

Además, en esta segunda jornada ha declarado la hermana gemela de la exmujer del Chicle, que cuando tenía 17 años lo denunció acusándolo de haberla violado.

Ante el tribunal, la mujer ha reafirmado esta acusación y ha recordado que en el momento de los hechos ella era "delgada, con el pelo un poco más largo y morena". A mayores, ha asegurado que, con posterioridad, ha sufrido amenazas por parte de El Chicle, al que tenía "miedo".

Otra de las incógnitas de esta jornada era la declaración de la ya exmujer del Chicle, que ha llegado a los juzgados de Santiago poco antes de las 9,00 horas, serena y sin hacer declaraciones. Finalmente, Rosario Rodríguez, que inicialmente también estuvo investigada en el caso, ha respondido a las preguntas de todas las partes, admitiendo que se inventó una coartada para su marido porque él lo pidió y porque creyó en su inocencia.

"Desde el primer momento le exigí la verdad. Llevaba un año preguntándole seguido si tenía algo que ver, pero él decía que nunca la había visto delante", ha dicho Rosario Rodríguez. "Evidentemente, creo que sí fue él", ha añadido.

La exmujer del único acusado ha mencionado los escarceos amorosos de su exmarido y ha confirmado que solía salir de noche, "siempre vestido de oscuro", diciendo que iba a robar gasóleo. En otras ocasiones, ha dicho que había visto garrafas, pero no en esa ocasión.

En todo caso, la exmujer ha negado que tuviese un comportamiento violento, aunque en ocasiones se "alteraba un poco" en las discusiones y ha ratificado que al único acusado de la muerte de Diana Quer le gustaba "tener el coche limpio". En su vehículo, El Chicle llevaba bridas para "sujetar cosas", ha dicho la testigo, que, no obstante, no ha reconocido una brida similar a la encontrada con el cadáver de Diana, que es "más larga" que las que tenía su exmarido.

UNA COARTADA

Cuando tuvo conocimiento de que estaba siendo investigado por los agentes, Rosario Rodríguez ha explicado que su marido le pidió que dijese "que había salido con él a robar gasóleo" esa noche, algo que "fue mentira". "Me dijo que dijese que había estado conmigo esa noche porque le querían culpar de algo que no había hecho", ha sentenciado.

A preguntas de la fiscal, la exmujer de El Chicle ha reconocido que decidió decir "la verdad" cuando recibió una llamada de los padres de Enrique Abuín diciéndole que estaba saliendo su casa y su hija en la televisión. "Ahí me cabreé y dije que se iba a saber la verdad", ha destacado.

En la misma línea ha declarado la otra hermana de la exmujer y su marido, que han reiterado que El Chicle les pidió que mintieran para fabricarse una coartada. "Yo le creí, dijo que no había hecho nada, que lo culpaban por sus antecedentes", ha dicho ante el tribunal.

"Pensábamos que no había hecho esa animalada", ha explicado, por su parte, el marido de esta mujer, que ha indicado que Enrique Abuín les instó a que dijesen que su mujer era la que utilizaba su móvil, mientras que él utilizaba el que realmente era de ella.

El excuñado ha indicado que mintió ante los agentes porque "no pensaba que había hecho eso" y creía que lo seguían porque "tenía antecedentes", además de que tenía "miedo a represalias". "Me amenazaba, luego no hacía nada, pero a mi me metía miedo", ha dicho, precisando que le decía cosas como que le "iba a romper las piernas".

OTROS EPISODIOS

Por otra parte, ante el jurado han desfilado varios testigos que han narrado dos episodios en los que, según han contado, se vio involucrado el Chicle y varias mujeres.

El primero de los que se han oído en sala ocurrió el 23 de diciembre de 2017 cuando, según han narrado, Enrique Abuín paró el coche en paralelo a dos jóvenes que caminaban por la calle en Boiro e intentó convencerlas de que se subieran al vehículo con él. Un día después, el 24, El Chicle atacaría a una joven en esa misma localidad, en un caso por el que ya está condenado por intento de agresión sexual y que desencadenó el hallazgo del cadáver de Diana.

"Insistía varias veces en que nos llevaba, a mi hermana le insistió más que a mí, que iba con los zapatos en la mano. Hasta que le dimos largas y se marchó", ha dicho una de las jóvenes sobre el encuentro con El Chicle, mientras que su hermana ha explicado que Abuín se dirigió a ella en varias ocasiones diciéndole "rubia, ven aquí", con "demasiada insistencia". "Creo que si no estuviese acompañada no estaría aquí sentada", ha zanjado.

Por otra parte, ha declarado como testigo otra mujer que ha relatado haber sido víctima de un intento de agresión por parte de El Chicle en Ourense, después de que, según ha contado, la interceptase con su coche cuando se encontraba en una carretera solitaria y la persiguiese diciéndole "ven, que lo vamos a pasar bien". Los hechos ocurrieron en primavera de 2017.

Todos los testigos citados en esta segunda sesión han prestado declaración a excepción de la primera, la hermana de Enrique Abuín, que se ha acogido a su derecho a no declarar.

Además, ha sido una jornada especialmente emotiva por la presencia en la sala de la hermana de Diana, Valeria Quer, que en un momento ha tenido que salir de la sala visiblemente emocionada y que ha seguido con especial interés el testimonio de las otras mujeres que han asegurado haber sido acosadas por El Chicle. El acusado, por su parte, ha estado más atento a las declaraciones y ha negado varias veces con la cabeza durante los testimonios.

José Enrique Abuín Gey, alias el Chicle, acusado de la muerte de Diana Quer, comentaba con sus allegados la desaparición de la joven madrileña y aseguraba que no la encontrarían nunca, porque seguramente se habría ido al extranjero o "con un rico".
Así lo han declarado en el juicio que se sigue contra él su excuñado, Adrián Castroagudín, y un amigo del acusado, Manuel S.G., quien además ha reconocido que en más de una ocasión acompañó al Chicle a los alrededores de institutos para ver chicas.

El excuñado ha explicado que en ocasiones hablaba con el acusado de la desaparición de Diana, pero "sin más". Se limitaban a preguntarse por los motivos de su desaparición y el Chicle daba su opinión: "Se iría con un rico", decía.

También comentaba con su amigo Manuel este suceso y en esas conversaciones Abuín afirmaba que "no la encontrarían más", porque seguramente se habría marchado al extranjero.

Durante la jornada de hoy ha comparecido también la exmujer del acusado, Rosario Rodríguez. Nunca creyó que el entonces su marido fuera el culpable de la desaparición de la chica madrileña, pero ahora, después de todo lo ocurrido, está segura de que el Chicle mató a Diana y que "lo hizo todo solo, claro", ha enfatizado.

Rodríguez no tuvo ningún inconveniente en su día en ofrecerle una coartada a su marido y aceptó dar a la policía la versión que le proponía su pareja: que la madrugada de la desaparición, la del 22 de agosto de 2016, ella había salido con el Chicle para robar gasoil de camiones aparcados en A Pobra do Caramiñal (A Coruña).

Tampoco dudaron en ofrecer esa misma versión su entonces cuñado y la hermana de su mujer, Elena Rodríguez. A ellos también les parecía increíble que el Chicle hubiera hecho una "animalada" así.

A raíz de la investigación, Rosario preguntó a su marido si tenía alguna relación con el caso. "Él me dijo que no tenía nada que ver. ¿De verdad?, le pregunté. Que sí, de verdad, respondió", ha relatado la testigo antes de recordar que a ella también la investigaron.

Pero el detonante fue cuando un día llamó por teléfono a sus suegros y le dijeron que la televisión estaba en su casa y que estaba saliendo su hija. "Aquí se acabó, se va a saber la verdad, y así fue", pensó Rosario Rodríguez en ese momento.

La testigo ha reconocido que su exmarido llevaba habitualmente bridas en el coche, similares a las que se encontraron en el pelo del cadáver de Diana.

Ha sido la declaración del amigo de el Chicle, Manuel S.G., la que más ha centrado la atención de la vista que se celebra en la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela.

El testigo ha reconocido que le acompañaba a las cercanías de los institutos para ver a chicas, a las que piropeaba insistentemente. A Abuín, ha manifestado, le gustaban especialmente las chicas "morenas, de pelo largo y delgadas" y de "veintipocos años".

Pero nunca siguieron a ninguna y se limitaban a decirles "guapas, tías buenas y morenas" cuando iban a los institutos.

Manuel S.G. acompañó meses antes de la desaparición de Diana -en invierno de 2015/2016, según ha dicho- a la nave de Asados de Rianxo, donde el supuesto asesino de la joven arrojó su cuerpo en un pozo y donde permaneció casi 500 días hasta su hallazgo.

Ambos fueron a la nave a coger muebles forzando la entrada, como ayer dijo en el juicio El Chicle.

Aunque el acusado indicó en su declaración que antes de arrojar el cuerpo no sabía si había agua en el pozo, su amigo ha manifestado que precisamente abrieron la tapa de hormigón de ese agujero y sí comprobaron que tenía agua.

La tapa era muy pesada, ha añadido el testigo. Tanto, que Manuel S.G. ha considerado que son necesarias dos personas para levantarla, o una "con bastante fuerza".

También han comparecido en la vista dos chicas, hermanas, a las que El Chicle abordó en Boiro el sábado 23 de diciembre, días antes de ser detenido. El acusado iba con su coche y paró al lado de las jóvenes para ofrecerles, de forma insistente, llevarlas hasta el bar al que se dirigían. No quisieron montar y el Chicle se marchó.

Rosa B.B. ha sido otra de los testigos de hoy, una mujer que ha desvelado que el acusado la abordó un día en la provincia de Ourense para que subiera a su coche a pasarlo bien.

Y también en esta jornada ha declarado Vanesa Rodríguez, la hermana gemela de la exmujer del acusado y a la que éste supuestamente violó en 2005 amenazándola con una navaja.

El presidente del tribunal, Ángel Pantín, no ha dejado no obstante que se profundizase en este hecho porque es objeto de otra causa y no debe ser en esta donde tenga que refutarse.

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