Dani Abalo logró el gol de la victoria viguesa en la tanda de penaltis tras una aburrida final en el campo de O Couto

El Celta revalida ante el Deportivo su título de campeón de la Copa Galicia

El equipo vigués posa en el campo de O Couto con el trofeo que le acredita como campeón de la Copa Galicia por segundo año consecutivo. foto: j.v.landín
El Celta logró su segunda Copa Galicia de forma consecutiva al derrotar al Deportivo en la tanda de penaltis. El conjunto celeste fue mejor en el cómputo global del encuentro y mereció una victoria que alcanzó merced a una parada decisiva de Luis García y a una última pena máxima transformada por el canterano Dani Abalo.


CELTA (0): Luis García; Julián Vara, Noel Alonso (Agus, min. 88), Jonathan Vila, Rubén González; Vitolo, Mario Suárez, Fernando Sales (Dani Abalo, min. 65), Antonio Guayre (Aicart, min. 73), Jorge Larena (Diego Costa, min. 46); Yiannis Okkas (Goran Maric, min. 58).

DEPORTIVO (0): Fabricio; Manuel Pablo, Filipe, Chapi (Caridad, min. 60), Adrián López; Antonio Tomás (Verdú, min. 46), Juan Rodríguez, Guardado (Taborda, min. 46), Cristian, Juan Carlos Valerón (Lafita, min. 60); Riki.

PENALTIS: Verdú: gol; Agus: gol; Taborda: gol; Mario: gol; Cristian: gol; Vitolo: gol; Lafita: gol; Diego Costa: gol; Riki: gol; Goran: gol; Filipe: para Luis García; Dani Abalo: gol.

ÁRBITRO: Rubén Docabo Otero (Colegio Gallego). Amonestó con tarjeta amarilla a Okkas, Guayre, Verdú, Noel Alonso y Dani Abalo.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la final de la Copa Galicia disputado en el campo de O Couto (Ourense) ante unos 1.000 espectadores. Presidieron la conselleira de Cultura e Deporte, Anxela Bugallo, y el alcalde de Ourense, Paco Rodríguez. También acudieron los presidentes del Celta y del Deportivo.





Ambos equipos saltaron al terreno de juego dos días después de haber asegurado los objetivos que se marcaron en la recta final del campeonato. Los vigueses sellaron su permanencia en Segunda; los coruñeses, su pase a la Intertoto. Lógico, por tanto, que se echase en falta cierto grado de tensión en unos y otros.

El Celta fue el primero en hacerse con el control del balón. Las ganas que le ponían Mario Suárez y Vitolo en la medular les bastaban para ningunear a la pareja formada por Juan Rodríguez y Antonio Tomás. Sin embargo, las ocasiones de los célticos brillaban por su ausencia. Cristian sería, de hecho, el primero en realizar un disparo a puerta, al aprovechar un error de Noel Alonso para enganchar una bolea que se fue alta. Poco después, Mario Suárez estaría a punto de sorprender a Fabricio con un tiro desde la frontal que golpeó en un defensa y se fue ajustado al palo.

Poco a poco, el encuentro fue ganando en viveza y ambos metas evitaron que se moviese el marcador. El portero herculino bloqueó sin excesivos problemas un flojo lanzamiento de Guayre, que previamente había realizado un buen recorte dentro del área.

Por su parte, Luis García salvó con los pies un mano a mano con un Riki muy desacertado. El punta coruñés desperdiciaría la tercera ocasión deportivista, al cabecear fuera un saque de esquina. La primera mitad no dio mucho más de sí y el entretenimiento partía más de la grada que del terreno de juego. Celtarras y Riazor Blues se retaron en un duelo de cánticos cuyo punto álgido fue el ‘¡Mouriño quédate!’ entonado por los coruñeses. Poco antes de que finalizase el parcial inicial, Okkas inició una pequeña tangana al enredarse con Chapi que se resolvió con una amarilla para el chipriota.

La contienda mantuvo la misma tónica en la reanudación. El Celta controlaba el esférico, pero apenas creaba ocasiones. Un disparo desviado de Mario Suárez fue la única oportunidad reseñable durante el cuarto de hora inicial de la segunda parte. Tanto Miguel Ángel Lotina como Alejandro Menéndez movieron sus banquillos. En el bando celeste, el técnico asturiano dio entrada a los canteranos Goran Maric, Dani Abalo y Pepe Aicart, que se unieron a Noel Alonso, el único futbolista del filial que formó parte del once inicial.

El lateral gijonés sería, precisamente, el autor de la mejor jugada del partido, con una internada por banda izquierda hasta línea de fondo que culminó con un pase atrás que Mario Suárez empotró contra la defensa. El partido se avecinaba a su fin y los penaltis se antojaban irremediables. Maric pudo evitarlo al recoger un balón suelto en el área, pero su remate se fue fuera. Todo se decidió desde los once metros y fue así como el Celta revalidó su título de campeón de la Copa Galicia.

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