El Celta es consciente de que las instalaciones de A Madroa todavía van a ser su casa durante unos cuantos meses.
Y, además, aunque los dos primeros equipos consumen su traslado a la nueva ciudad deportiva en Mos, todas las mejoras podrán ser utilizadas por el resto de conjuntos de la base. De ahí que en esta pretemporada esté acometiendo el acondicionamiento de una parte de la grada como nuevo gimnasio, con el fin de facilitar el trabajo de la primera plantilla.
En estos primeros días, es ya visible el entramado que albergará la nueva dependencia, reduciendo la zona en la que habitualmente se sitúan los aficionados en los escasos entrenamientos que se celebran a puerta abierta. La razón es que el gimnasio existente en la planta baja se ha quedado pequeño y obliga a establecer un sistema de turnos en los ejercicios y en el trabajo de los recuperadores que ralentiza todas las tareas. Por eso, se acometieron unas obras que se espera culminar cuanto antes y puedan ser disfrutadas desde el inicio de la competición liguera.
Entre otras facilidades, la nueva instalación permitirá a los jugadores comunicar con el campo de entrenamiento, que se encuentra justo al lado. Lo que facilitará la supervisión del trabajo por parte del cuerpo técnico.
El equipo, en A Toxa
El primer equipo entrenó ayer por última vez en A Madroa antes de desplazarse a la concentración entre A Toxa y Portonovo, donde pasará una semana trabajando, tiempo que dará pie a que las obras del nuevo gimnasio avancen.n
