Opinión

Casablanca

Cuando estallo la II Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939, la maquinaria propagandista de Hollywood en contra del fascismo bélico de Hitler comenzó a rodar película tras película de buenos, los aliados, y malos, los nazis, a lo largo de toda la contienda. Cuando los japoneses atacaron a Pearl Harbour en el Pacifico, y los Estados Unidos entró en la guerra, los productores y directores no lo pensaron dos veces con guiones dirigidos contra Japón. Entre la plétora de películas que se filmaron, varios ganaron el Oscar, dieron fama a futuros famosos actores y que siguen hasta el día de hoy en el ranking de las mejores películas de la historia del cine. 
Comencemos con la gran película rodada en 1942, ‘La Señora Miniver’, con Greer Garson y Walter Pigeon sobre una familia británica de clase media que vive en uno de los suburbios de Londres y afrontan los primeros meses de la guerra. Ganó nada menos que 6 Oscar. Otra de igual fama fue ‘El Sargento York’, 1941 con Gary Cooper. Cuenta la historia real de un sargento que fue objetor de conciencia en la I Guerra Mundial pero luego se convirtió en héroe capturando un pelotón de soldados alemanes. Gano 2 Oscar. Ya declarada la guerra contra Japón y Alemania una de las más destacadas películas fue ‘Todos a una’ (‘Gung Ho’ en inglés) de 1943, una vez más basado en un hecho real sobre una pandilla de voluntarios que atacan la isla japonesa de Makin en el Pacifico. Vemos a un muy joven Robert Mitchum como soldado raso en una escena que dura pocos minutos. Pero la película que más impacto tuvo y que sigue hoy día como un verdadero clásico es el film ‘Casablanca’ de 1942 con Humphrey Bogart e Ingrid Bergman como principales protagonistas, Claude Raines, Paul Henreid y Peter Lorre como secundarios y que ganó 3 Oscar y 5 nominaciones. Lo que diferencia esta película del resto es que se desarrolla en la ciudad de Casablanca, Marruecos conocida como zona neutral de la Francia Vichy y salvo una escena de la ocupación nazi en Paris el resto de la película es más bien un thriller bélico. Rick Blaine (Humphrey Bogart), un ex combatiente de la resistencia, regenta una especie de local de ocio con música, casino, bar y otros vicios. 
Su colega y amigo es el corrupto jefe de policía (Claude Raines) que da la vista gorda al local a cambio de ‘favores’ ilícitos. Un día aparece una ex amante (Íngrid Bergman) de Rick con su marido (Paul Henreid) que es un alto miembro de la resistencia europea buscado por los nazis. Sabe que existen dos ‘cartas de transito’ especiales que fueron robadas  a dos mensajeros alemanes asesinados y sospecha que los tiene Rick. Mientras, el resto de los refugiados esperan poder coger el único vuelo a Lisboa, país neutral y luego a USA como destino final. Aparte de los líos amorosos y el acoso de miembros de la Gestapo, que no pueden hacer nada, el tema principal es el trapicheo y chantaje por los mafiosos, que, por dinero o favores sexuales, trafican con los limitados permisos de salida del país. 
En la Europa del siglo XXI, salta a la vista la actual situación de la masiva inmigración ilegal que está ocurriendo en estos momentos, precisamente desde África vía Marruecos manejados supuestamente por mafiosos a cambio de un puñado de dólares. Aunque las circunstancias son muy distintas la corrupción es la misma. Seres humanos huyendo de la represión, las guerras, la miseria buscando un mundo mejor y cayendo en manos de criminales. El mundo no cambia.

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