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Carlos Oroza, a través de cuatro recuerdos

El periodista Jacobo Buceta presentó a Antón Castro, Javier Monforte, Javier Romero y Antón Patiño, ayer en el homenaje a Carlos Oroza.
photo_camera El periodista Jacobo Buceta presentó a Antón Castro, Javier Monforte, Javier Romero y Antón Patiño, ayer en el homenaje a Carlos Oroza.

J avier Romero, Javier Monforte, Antón Castro y Antón Patiño compartieron el poso que a cada uno les dejó el ‘poeta maldito’

nnn Un editor (Javier Romero), un productor musical (Javier Monforte), un crítico de arte (Antón Castro) y artista (Antón Patiño) se reunieron ayer en el Centro Social Afundación para recordar a Carlos Oroza (1923/2015). Con más o menos relación, los cuatro compartieron momentos, sensaciones e impresiones con el poeta de Viveiro, fallecido en Vigo. 
Hoy presentan el libro-disco “Aute canta a Oroza” y con tal motivo le rindieron homenaje. “Este trabajo era impensable aún cuando Oroza pensó en él para cantar sus poemas y sin embargo, ahora parece más ambicioso de lo que llegamos a imaginar”. Así, Javier Romero reconoce que “estaría satisfecho con el resultado”, ya que el poeta que falleció antes de que se grabase el primer tema, defendía que la poesía se componía para ser cantada”. Para su editor, Aute logró en su trabajo respetar el sentido de la composición: “Dentro de cada verso se esconde más poesía”. Para o editor, esta publicación “puede ser el camino para que Oroza llegue a más gente”.

Javier Monforte, productor musical, fue el encargado de traducir los poemas de Oroza en música para Aute. “La definición que me dio Eduardo cuando me lo presentó es que era la ‘contracultura’, como un Jack Kerouac a la gallega, que provoca desaprender lo aprendido”. Monforte reconoce que “al principio su lectura cuesta, pero a medida que se avanza comienzan a surgir imágenes en la cabeza”. La primera referencia que tuvo de Oroza es la uno de los intectuales que frecuentaban las tertulias de café: “Creo que su voz sigue siendo necesario porque incentiva el espíritu crítico”.
El crítico de arte, Antón Castro, compartió muchas veladas con Oroza en los 80, cuando vivía en Pontevedra: “Fue un verdadero maestro socrático y al mismo tiempo con él logré entender la estética de Kant, pesé a que Oroza no lo había leído nunca”. Castro recuerda sus discusiones y conversaciones de arte. Como persona, define al rapsoda de “generoso, el paradigma del artista maldito, la única resurrección del poeta ‘baudelairiano’, era un estilo a Poe, a quien admiraba; para mí fue único artista militante en Galicia y en España; vivía sin nada, sin alforjas, ni patrimonio, solo tenía la palabra como instrumento y con eso fue generoso”, afirmó.
Desde el ámbito personal y artístico también lo trató el pintor Antón Patiño: “Con su poesía supo transmitir la contracultura de los 60 y 70, experimentó con el lenguaje de forma corporal, con el sonido y con el ritmo logró expresar la memoria sensorial de la realidad”. Patiño destaca sus versos largos, su capacidad para inventar nuevas palabras o la singularidad de su poesía. “Podía desenvolver un universo especial con palabras cotidianas”. El artista conoció a Oroza a través de su padre: “Siempre fue próximo, cercano y muy cariñoso; tenía una gran capacidad para conservar sobre pintura, escultura, poesía; era un personaje muy interesante”.n

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