Los vigueses han comenzado a acudir a los camposantos para cumplir con la tradición de visitar las tumbas de sus familiares y allegados con motivo de la festividad de Todos los Santos y Fieles Difuntos.
El alcalde, Abel Caballero, se desplazó ayer, sábado, al cementerio municipal de Pereiró para supervisar el operativo que se desplegará durante los próximos días con el fin de garantizar la seguridad y prevenir cualquier riesgo de contagio de coronavirus ante la gran afluencia de personas que se prevé. El regidor, en este sentido, volvió a recomendar a los vigueses que adelanten sus visitas para evitar que se produzcan aglomeraciones, ya que el aforo de los cementerios ha quedado reducido al 50%, dada la situación de alerta en Galicia.
Tanto el Concello como la Xunta han emitido sendos protocolos para minizar el riesgo de transmisión. Así, se establece que las visitas han de ser individuales o como mucho de grupos de 4 personas de la misma familia o convivientes
—el Concello lo sitúa en cinco— y se limita la estancia a 30 minutos, tiempo considerado suficiente para adecentar las tumbas y orar.
Como no podía ser de otra forma, el uso de la mascarilla es obligatoria y está prohibido fumar. Será obligatorio caminar por la derecha en sentido único de circulación. También se recuerda la necesidad de mantener la distancia interpersonal, por lo que no deben confluir más de dos grupos delante de los panteones. En cuanto a las tareas de limpieza, queda prohibido el intercambio de herramientas.
Los días 30 y 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre los cementerios municipales de Vigo (Beade, Bembrive, Cabral, Candeán, Lavadores, Teis, Pereiró y Zamáns) tendrán horario ininterrumpido de 9 a 18.30 horas. Policía Local y Protección Civil velarán por que no se produzcan atascos, también ante los cementerios privados. Vitrasa, por su parte, reforzará las líneas de autobús para facilitar los accesos a los camposantos.
