Cartas al director

¡Se buscan políticos dignos!

Fusionados los poderes del Estado la sociedad se tambalea social y económicamente, el Estado de Derecho es una ficción, la democracia un sueño, justicia y política fundidas, abortos a gogó, impunidad penal a presuntos asesinos por su mal hacer ante el Covid, proscritos idioma, himno y bandera y en las aulas adoctrinan.
Los políticos no sirven al pueblo, se sirven de él con demagogia, fábulas por TV y descaradas mentiras -número de finados por la inepta gestión del Covid- mediante panfletos leídos por seudos nuncios de andorga agradecida movidos como títeres en las Cámaras o circos de mofa a los españoles.
Por mucho que lo iteren no existe Estado de derecho en un régimen político donde ley y plazos se adecúan a los reos -bandas Pujol y golpistas-, donde permiten la fuga de golpistas, donde políticos felones no promueven viviendas sociales pero jalean el asalto a la propiedad privada, faltando al constitucional Art. 33, donde no dimiten por mentir en y sobre su curriculum, en datos al  fisco o por robar dinero de FP y EREs, donde sindicatos y adláteres viven del erario y el gasto no tiene control. Si actuasen pro ciudadanía cambiarían la Ley electoral para eludir chantaje y cohabitación con comunistas, terroristas y alados, separatistas, ocupas y otros indeseables.
Después de 40 años, cuándo dejarán de nutrir con nuestros pechos a los gregarios de las mafias pagadoras, los sindicatos. Pero claro, las algaradas callejeras serían  cargo de mafias y sindicatos, además éstos tendrían que rendir cuentas. Mejor seguir mamando y fingir defender a los obreros cargando a las empresas el coste de la huelga conveniente a sus intereses; y mejor si la huelga es de sector, verdad obsecuentes sicarios de las mafias PSOE, PC, BNG y PNV.
Viles y lacayos turiferarios de la desinformación televisiva, escrita y radiofónica hace tiempo que se pasaron por la entrepierna el respeto a los ciudadanos, a la verdad y a la deontología, apoyados por los anunciantes, a cambio de las dádivas que el Gobierno les endiña de los onerosos pechos o exacciones que mafias y medios llaman impuestos. Lo serían si el Estado de Derecho fuese real y los ciudadanos tratados y respetados como tales.
A los sectarios, inicuos, cobardes y falaces social-comunistas les digo, dejen de vender el señuelo de la república y tengan la dignidad y gallardía de proponer a las Cámaras la supresión de la institución monárquica. Pero cobardes y parásitos no se atreven porque su aprobación  precisa de dos tercios de éstas, y caso afirmativo, tendrían que dimitir. Y a dónde irán que mejor vivan los Picapiedra, Pedro, Pablo y sus respectivas empleadas públicas. Además, estos amantes de la ley, están  obligados a convocar un referéndum, en ocasión anterior se lo pasaron por el escroto, indicando el tipo de república: francesa, alemana, chinesca, rusa o la de su mecenas Maduro.
El macho alfa, que azotaría a una mujer hasta que sangrara, criticaba a la casta y su corrupción, pero logrado el poder dio con los talones en el tafanario para entrar raudo en su vituperado club de la casta y corrupción con presuntos asesinos.
Lo que deliran los gobernantes, lo lloran los griegos/españoles. (Horacio Flaco).
La corrupción mató nuestros derechos en esta muy endeudada cueva de Alí Babá liderada por ineptos, trileros y falaces social-comunistas. Al estilo griego o argentino, estos progres bajarán pensiones, subirán impuestos y coartarán nuestros ahorros.