El BNG renuncia a sus cargos y rompe el pacto en A Guarda

n n n Divorcio político a orillas del río Miño. Las diferencias entre socios de gobierno ante el proyecto de peatonalización de la calle Concepción Arenal elevó durante los últimos meses la tensión entre el PSOE y el BNG de A Guarda, abriendo la posibilidad inminente de ruptura a lo largo de las últimas semanas. Finalmente, ayer quedó oficialmente formalizada después de que los cinco ediles nacionalista presentaron en el registro su renuncia a los cargos que ostentaban, así como a las dedicaciones salariales que recibían. El final de esta coalición en el municipio miñoto era para muchos una cuestión de tiempo, llegando a tomar forma tras la celebración de una comisión de seguimiento sobre el pacto municipal –a petición del grupo nacionalista el pasado viernes–. Según indican fuentes del BNG, este encuentro puso de manifiesto “de nuevo” que las posturas que mantenía cada una de las formaciones eran “irreconciliables”.
El portavoz del BNG y, hasta ayer mismo teniente de alcalde, Anxo Baz reiteró que “el alcalde no va a cesar en su actitud ni su intención de seguir interfiriendo en nuestras competencias” y que “no vamos a ser cómplices de las políticas continuidad llevadas a cabo, por eso solicitamos la baja en la Seguridad Social y renunciamos al salario, así como a las funciones de gobierno”. 
Ante esta situación, Antonio Lomba se quedaría en minoría al frente del Concello de A Guarda, con solo cinco concejales de un total de 17. Con el mismo número de concejales se encontrará enfrente al BNG, que obtuvo alrededor de 200 votos menos en la última jornada electoral celebrada hasta la fecha. El PSOE fue la segunda formación más votada por los guardeses, perdiendo dos ediles con respecto a los comicios de 2015, y quedando por detrás del Partido Popular, primera fuerza con seis representantes en el Concello. n