La suma de los dos conjuntos no alcanza los 10.000 habitantes pese al ligero repunte en el centro urbano

Los dos barrios históricos, Bouzas y Casco Vello, en mínimos de población

El centro urbano de la antigua villa de Bouzas, con sus calles singulares y un estilo de vida mucho más sosegado.
Los dos núcleos históricos del municipio, Bouzas y el Casco Vello vigués, se encuentran al límite del despoblamiento y en la actualidad suman en conjunto menos población que una sola calle, Travesía.
Pese a que en el primer caso se desarrolló una urbanización y en el segundo hay en marcha un plan de rehabilitación integral, el censo municipal apenas ha reflejado variaciones significativas aunque es cierto que se ha producido una cierta recuperación al menos del entorno de la Ferrería gracias a la actuación del Consorcio Casco Vello.

Los datos municipales de Bouzas indican que la antigua villa tiene a 1 de enero de 2013 un total de 5.891 habitantes censados. Es una cifra superior a 12 años atrás, pero inferior a la registrada en los cinco ejercicios anteriores, lo que indica que Bouzas no solo no gana vecinos sino que incluso pierde parte de los que tiene. El censo es claro: Bouzas inició el siglo con 5.149 vecinos y alcanzó su tope en 2011, en que rozó los 6.000. Desde entonces, de nuevo hacia abajo, aunque sin grandes oscilaciones. La antigua villa pasó de 5.197 en 2002 a 5.542 en 2003 cuando se comenzaron a poblar los bloques de la urbanización de la parcela que en su día ocupó Refrey. A partir de ese año, un lento crecimiento que se ha vuelto a truncar. A día de hoy Bouzas es una de las zonas del municipio con menor población, por debajo de Teis y Lavadores, otras dos parroquias que también fueron ayuntamientos independientes durante algún momento. Y todo ello pese a un fuerte impulso urbanizador y la dotación de mejoras, como el paseo marítimo y la playa del Adro regenerada. De momento no ha dado frutos, probablemente porque no hay espacio libre. El Concello anunció en diversas ocasiones la mejora del conjunto histórico de Bouzas, pero hasta el momento el PEPRI que tendría que definir el desarrollo urbanístico se ha quedado atascado en modificaciones puntuales, la última de 2010.

El caso del Casco Vello es llamativo. El lugar donde nació Vigo es un de los puntos más deshabitados de toda la ciudad hasta el punto de que entre 2008 y 2011 se situó en su punto más bajo, al límite. Una prueba llamativa: hace tres años que cerró el último establecimiento de alimentación, en la plaza del Berbés. En 2011 el Casco Vello, sumando tanto la parte baja como la alta, se había quedado en menos de 3.000 residentes, a punto de echar el cierre definitivo. En cambio, a 1 de enero de 2013 alcanzó los 3.687, lo que supone un incremento de un 20 por ciento en apenas dos años. Es la buena noticia y la confirmación de que el programa de rehabilitación está consiguiendo algunos resultados. No obstante, todavía está lejos de poder darse por estabilizado. El programa del Consorcio Casco Vello espera poner en el mercado en total cien inmuebles y su próximo objetivo será recuperar la plaza del Berbés, presidida por la ruina. n

Te puede interesar