El derribo del barrio Do Cura, en su recta final.
El Barrio do Cura desaparece bajo la piqueta. Cuatro meses después del inicio de las obras de derribo ya se pueden ver solares completamente vacíos y llama la atención la imagen de la antigua capilla del asilo de las Hermanas de los Ancianos Desamparados, que tiene que conservarse en el nuevo proyecto del barrio.
La operación comenzó en abril por la zona de Santa Marta donde se encontraban algunos de los edificios de menor tamaño e interés patrimonial situados sobre 27 parcelas.
Barrio do Cura incluye una serie de elementos a conservar como lavaderos, cruceiros y la fachada de la antigua iglesia del asilo, de estilo Neogótico, incluida por Patrimonio de Galicia tras las peticiones de varias asociaciones. La idea es que la fachada de la iglesia se incluya en otro edificio y así lo hará el arquitecto Alfonso Penela. Otras piezas importantes serán la plaza y el mirador ampliado del Paseo de Alfonso.
En esa zona nacerá un nuevo barrio y por fin la calle Torrecedeira tendrá finalmente la salida prevista hace 60 años. También se creará una plaza de más de 5.000 metros cuadrados, 1.200 aparcamientos, una escuela infantil y un centro sociocultural. El alcalde ha señalado en algunas ocasión que el proyecto podría ser realidad hacia 2022.
En esta fase de derribo caerán media docena de bloques de residencia y 24 construcciones de vivienda unifamiliar. A ellas se suma una estructura a medio construir en Santa Marta. En cambio, se protegen las llamadas casas de pescadores.
La operación comenzó en abril por la zona de Santa Marta donde se encontraban algunos de los edificios de menor tamaño e interés patrimonial situados sobre 27 parcelas.
Barrio do Cura incluye una serie de elementos a conservar como lavaderos, cruceiros y la fachada de la antigua iglesia del asilo, de estilo Neogótico, incluida por Patrimonio de Galicia tras las peticiones de varias asociaciones. La idea es que la fachada de la iglesia se incluya en otro edificio y así lo hará el arquitecto Alfonso Penela. Otras piezas importantes serán la plaza y el mirador ampliado del Paseo de Alfonso.
En esa zona nacerá un nuevo barrio y por fin la calle Torrecedeira tendrá finalmente la salida prevista hace 60 años. También se creará una plaza de más de 5.000 metros cuadrados, 1.200 aparcamientos, una escuela infantil y un centro sociocultural. El alcalde ha señalado en algunas ocasión que el proyecto podría ser realidad hacia 2022.
En esta fase de derribo caerán media docena de bloques de residencia y 24 construcciones de vivienda unifamiliar. A ellas se suma una estructura a medio construir en Santa Marta. En cambio, se protegen las llamadas casas de pescadores.
