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Barreras ahoga a las auxiliares, que comienzan a despedir eventuales

La construcción del crucero de lujo para Ritz-Carlton está paralizada desde que Barreras solicitó preconcurso de acredores.
photo_camera La construcción del crucero de lujo para Ritz-Carlton está paralizada desde que Barreras solicitó preconcurso de acredores.
El astillero avanza con Pemex y el fondo americano Oaktree una importante operación de cambio accionarial 

 El preconcurso de acreedores en el que acaba de entrar Barreras ha sumido a la industria auxiliar en una delicada situación y una  gran incertidumbre. Por lo pronto, las empresas proveedoras y subcontratas que estaban trabajando en la construcción del crucero para Ritz-Cartlon se han visto obligadas, en su gran mayoría, a prescindir de los empleados temporales. 

En las últimas horas, los siete trabajadores que tenía contratados Grupo SIFU Galicia, un centro especial de empleo que integra a discapacitados, recibieron las cartas de rescisión de contrato en Barreras, donde prestaban servicio en portería en cuanto a control de acceso, de oficinas y de vehículos. La compañía alega "circunstancias de producción" debido a que "Barreras rescinde el contrato mercantil de servicios que nos unía". Los afectados lamentan quedarse sin trabajo cuando  el grupo "no nos tiene asignados a ningún servicio y cobra subvenciones y funciona como una ETT".
Los sindicatos advierten de una cascada de despidos ya que "el sector naval se sustenta principalmente en trabajo eventual, así que lamentablemente está yendo mucha gente al paro al suspenderse la obra del barco", indica Rubén Pérez, secretario general de la federación de industria de UGT en la comarca, que advierte que la situación se puede "complicar muchísimo más si el proceso se dilata en el tiempo". "Por el momento las empresas están capeando la inactividad echando mano de vacaciones para su plantillas, pero es un parche", señala.
La plataforma de afectadas de Barreras -formada por una treintena de auxiliares que se reunieron ayer en Vigo- mantiene su "predisposición a acabar los trabajos en el crucero y en los siguientes", si bien exigen "una solución global" y advierten que "no van a seguir incurriendo en costes ni aceptar quitas", indica el portavoz del colectivo, Alberto Rocha. Las empresas presionan para que se dé "una solución pronto ya que si pasan los días, muchas no podrán aguantar, puede haber de todo", apunta el abogado en referencia a despidos o concursos de acreedores. 
Barreras se ha convertido en un 'búnker' en la última semana. De tener cerca de un millar de empleados en las obras del crucero y cuatro turnos de trabajo, el astillero se ha quedado en mínimos, con sus 200 trabajadores (el 20 por ciento), y cuatro contratos de barcos en el aire debido al preconcurso en el que está inmerso el astillero. 
En el interior de las instalaciones se respira una gran incertidumbre, especialmente por la compleja venta que ultima la compañía. En dicha operación participarían los accionistas -Pemex con un 51%, José García Costas con un 24,5 y Albacora con otro 24,5%- como el interesado en hacerse con la compañía naval, el fondo norteamericano Oaktree, que avaló el contrato del crucero de Ritz-Carlton.n

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