regata transoceánica

Cuatro barcos de la Ruta del Ron se refugian en el Monte Real Club de Yates

El Edenred en el Monte Real Club de Yates - Foto © Carlos Rúa
photo_camera El Edenred en el Monte Real Club de Yates // Carlos Rúa

El Monte Real Club de Yates está sirviendo de refugio a tres barcos que participan en la Ruta del Ron, una de las regatas transoceánicas más prestigiosas del mundo para navegantes en solitario, que este año cumple su undécima edición.

Tras partir el pasado día 4 del puerto francés de Saint Malo, las malas condiciones meteorológicas que se fueron encontrando los 123 participantes, con vientos de hasta 40 nudos y olas de 6 metros, han obligado a diversos barcos a hacer paradas técnicas para solucionar los problemas sufridos durante el recorrido y evitar daños mayores.

En el histórico Monte Real Club de Yates de Baiona se refugian a esta hora el Edenred de Emmanuel Le Roche, de la clase 40. El velerista francés, que compite por primera vez en la Ruta del Ron, sufrió roturas en sus velas y la empresa gallega Velas Gándara se está ocupando de arreglarlas para que pueda volver a la competición lo antes posibles.  

El temporal también se cebó con las velas otro barco de la Class40, el Carac de Louis Duc, que permanecerá en la villa marinera de Baiona hasta que solucione sus problemas y pueda retomar rumbo a Guadalupe, algo que Duc, que compite por segunda vez en la Ruta del Ron, espera poder hacer con la máxima rapidez. 

El tercer barco que se encuentra amarrado en el club baionés es el trimarán de 56 pies Rayon Vert, de Alain Delhumeau, que compite en la clase Rhum; y un cuarto barco llegará al Monte Real en las próximas horas. 


Se trata del Service Civique de la francesa Claire Pruvot, que comunicó al club la necesidad de emplear sus instalaciones para solucionar una vía de agua sufrida en la embarcación.

Los patrones refugiados en el Monte Real han comunicado al club su intención de abandonar Baiona mañana por la tarde, una vez amaine el temporal de lluvia y viento que se registra a estas horas en Galicia, y que mantiene gran parte de la costa gallega en alerta naranja.

Una vez dejen el club retomarán rumbo hacie Pointe-Á-Pitre, en la caribeña isla de Guadalupe, destino final para estos aventureros de la conocida como “Regata de la Libertad”, una prueba donde 123 profesionales y aficionados compiten bajo unas mismas reglas a lo largo de un recorrido de infarto, de más de 3.500 millas náuticas en solitario.
 

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