ÁNGEL GUERRA SIERRA Presidente de la Asociación Gallega de Bioética

“Antes de hablar de la eutanasia se deberían potenciar las unidades de cuidados paliativos”

Ángel Guerra es biólogo del CSIC y presidente de Agabi.
photo_camera Ángel Guerra es biólogo del CSIC y presidente de Agabi.


El último caso de eutanasia, que puso fin a  la vida de María José Carrasco, conmovió a la población y reabrió este debate.  María José  Carrasco y su marido contaron con el asesoramiento de la asociación Derecho a Morir Dignamente, que pide legislar el asunto en España. En este debate hay voces que ponen argumentos muy diferentes sobre la mesa.
 

 La Asociación Gallega de Bioética, que preside desde 2017 el biólogo e investigador del CSIC Ángel Guerra, participa en el debate sobre la eutanasia con una serie de reflexiones éticas, filosóficas y jurídicas sobre la vida, la muerte y el sufrimiento. Defiende que la prioridad debe ser potenciar los cuidados paliativos en todas las comunidades autónomas y mejorar el apoyo a las familias en el momento final de la vida, entre otras medidas. La asociación está formada por médicos, enfermeras y por profesionales de otros sectores.

¿Qué opina de la eutanasia desde el punto de vista ético y filosófico?
El tema es muy complejo y yo no juzgo a las personas. Pero a mí me parece que hay bienes que están fuera del comercio o del mercado y que no deben estar sujetos a concesiones porque no tienen precio y uno de ellos es la vida física, no somos dueños del principio y tampoco del final. Esto no lo comparte todo el mundo. Hay un conjunto mínimo de cuestiones morales que a mi jucio debe ser defendido porque si no caemos en un relativismo total y todo esta permitido.

¿Quién decide esto?
¿Quién es esta autoridad? Si es el mismo hombre, la democracia, la mayoría, estamos sometidos al relativimo de las modas, de lo que piense la gente en un momento determinado, de lo que difuntan los medios o de lo que el nuevo orden mundial nos está queriendo imponer. Esa es la pregunta de qué es la verdad, el bien y el mal. Nos queda muy grande a los hombres, a no ser que nos convirtamos en el homo deus del que habla Yuval Noah Harari en su último libro. Si ese es el principio único entonces la verdad no existe, no cuenta. Nos ponemos nuestras reglas y ahí cabe todo, es a lo que llegaremos. Y no nos hará más libres porque la libertad es la capacidad de elegir el bien porque elegir el mal nos esclaviza. Volvemos a la misma pregunta que hay que contestar. Entre nosotros se intentó con la Declaración Mundial de Derechos del Hombre. No están mal pero la gente dice que esos derechos han variado, que la sociedad ha cambiado. ¿Qué estoy reclamando? Una autoridad por fuera de nosotros. Existe algo que nos ha dicho donde está el bien y el mal y que hay una naturaleza humana. No es solo el catolicismo o el cristianismo sino que abarca a todo el conjunto de la religión.

¿Rechaza que se legisle?
Aquí se mezcla una cuestión que es el sufrimiento y el dolor. El caso de Ángel y María José produjo un dolor tremendo. Yo no me meto a juzgar lo que han sufrido y por qué lo han hecho, pero vamos al sufrimiento y al dolor. He hablado con mucha gente de Cuidados Paliativos, el sufrimiento físico es casi imposible quitarlo del todo, el  psíquico es otra cosa, depende del concepto que tus familiares y tu entorno tengan de ti, si eres un estorbo o eres un valor, si eres algo negativo o positivo. A mí me parecieron muy solos.

¿Qué falló en este caso?
Creo que ha fallado todo un sistema sanitario, porque se supo que habían estado diez años sin ir a la unidad de cuidados paliativos de la Seguridad Social de la Comunidad de Madrid y que él había estado ingresado 15 días. Hablé con los responsables de las unidades de paliativos de Vigo y Pontevedra. El personal sanitario quiere que todo el mundo tenga el mejor tratamiento posible a su enfermedad y el mejor acompañamiento psicológico y espiritual posible, no tienen ninguna intención de liquidar al paciente. La sedación es para eliminar el dolor, es la enfermedad la que produce la muerte. Que no tenga nadie miedo, porque cuando se produce eso se rompe la confianza entre el paciente y el personal sanitario.

¿Qué opina del caso de Holanda?
En Holanda se pasó de la legislación de la eutanasia en casos terminales y ahora ya se permite el suicido voluntario, se ha degradado. Cuando se legisla sobre un tema de esta naturaleza se abre una puerta cuyas consecuencias son impredecibles, hay que tener mucho cuidado. Desde Agabi reclamamos legislar previamente sobre cuidados paliativos, que todo el mundo tenga derecho y que se  forme en las universidades a futuros médicos y enfermeras sobre los cuidados paliativos. Hay que luchar por ello, sino la eutanasia sale muy barata. Se puede pensar que la Seguridad Social está pagando gastos de enfermos terminales y crónicos, que son caros y la solución más barata es quitárselos de en medio. La  Humanidad se empobrece mucho, vamos por un plano inclinado hacia abajo, nos quitamos de en medio problemas pero vamos generando otros: el miedo de un enfermo a entrar en un hospital.

¿Qué medidas se necesitan?
Todos deseamos una buena muerte, una muerte digna, es obvio. ¿Dónde se consigue mejor? En la familia. Las unidades de cuidados paliativos a domicilio tienen que ser muy potenciadas y esto no se está haciendo. Los enfermos en su casa y con una persona asesorada por la unidad cuidados paliativos es la manera más eficaz. Ese enfermo se  va a encontrar mejor, pero el cuidador también tiene que ser cuidado. Esto implica que un  grupo móvil visite a los que los cuidan, generalmente familiares muy generosos. Eso es una parte. La formación en las facultades a médicos y enfermeros sobre los cuidados paliativos, sobre como cuidar desde el punto de vista físico, psíquico y espiritual. La atención a domiclio de Primaria y las unidades de cuidados paliativos del hsopital se deben reforzar con medios, con suficiente personal y bien formado. Nos gastamos mucho en otras cosas menos necesarias. A las autoridades les pedimos que tengan muy en cuenta que es urgente, previo y necesario legislar los cuidados paliativos y dotar a todas las comunidades autónomas de los medios necesarios para un problema muy gordo. Cada vez hay más personas mayores, estan mayores cuidando a mayores y no tienen formación ni capacidad, comporta gastos y hay que tener partidas presupuestarias. Existe el peligro de mercantilizar la cosa, cuando un hombre o una mujer se convierten en cosa la compramos, la vendemos y la quitamos de en medio como un armario viejo. 
 

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