VIGO

Alfombra roja a los alumnos de diez

El rector, Salustiano Mato, y la vicerrectora Dolores González posaron con los alumnos premiados y con los padres y profesores asistentes.
photo_camera El rector, Salustiano Mato, y la vicerrectora Dolores González posaron con los alumnos premiados y con los padres y profesores asistentes.

La Universidad de Vigo premió ayer a los 45 alumnos que tuvieron mejor expediente académico en Secundaria

La Universidad de Vigo entregó ayer los Premios de Excelencia Académica a los alumnos de primer curso que estuvieron entre los mejores expedientes de Secundaria en Galicia, 28 mujeres y 17 hombres. El rector, Salustiano Mato, les dijo que son “un ejemplo de los valores que queremos transmitir” y que era un “privilegio” que hubiesen elegido la institución viguesa. Son 45 alumnos repartidos en los tres campus (31 en Vigo, 11 en Pontevedra y 3 en Ourense) que obtuvieron una media superior a 8,5 en Bachillerato (28 jóvenes), más de 9 en FP (14 casos), dos personas que recibieron el premio extraordinario de Bachillerato de la Xunta y otro fue ganó una olimpiada científica. El rector dijo que será una etapa para formase académicamente, pero les invitó también a aprovechar las actividades complementarias y a vivir “los mejores años de su vida”. También quiso reconocer el trabajo de los profesores de Secundaria, un nivel educativo al que quiere acercarse más la Universidad de Vigo.
La vicerrectora de Estudiantes, Dolores González, felicitó a estos alumnos, que son el alma de la Universidad y a los que invitó a ser un ejemplo para sus compañeros y para sus docentes.

La opinión de los premiados

“Una de las claves es combinar los estudios con la práctica deportiva”

 Alfonso estuvo acompañado por su madre, Puri Blanco, y por uno de los profesores del colegio Los Sauces, Alberto Álvarez, ambos muy orgullosos por sus resultados académicos y coincidieron en que, además de su talento y su capacidad para organizarse,  una de las claves fue la combinación de estudios y práctica deportiva. “Estoy convencida de que el deporte ayuda en los estudios”, decía ayer la madre. Los Sauces ya tuvo otros alumnos excelentes, pero es la primera vez que tienen a uno matriculado en la Universidad de Vigo. Como el resto de los alumnos recibió una bolsa que contenía un iPad, una alfombrilla y un llavero con un adorno en forma de estrella. Los alumnos, ahora matriculados en distintas carreras en los tres campus de la Universidad de Vigo, proceden tanto de centros concertados como públicos de toda Galicia.

“Fui mal estudiante hasta que un día decidí trabajar para hacer Informática”

Roberto Benítez Martínez  se puso a estudiar nada más recoger el premio porque “mañana tengo un examen”. Se matriculó en la Escuela de  Ingeniería Informática de Ourense porque ésta era su vocación, lo supo desde que iba en tercero de Primaria.  Para él, la distinción supone “un reconocimiento por haber  trabajado tan duro estos dos últimos años”. Explica que antes de llegar a Bachillerato había sido mal estudiante e incluso repetidor, hasta que un día decidió ponerse a estudiar para poder llegar a su meta. Antes de la Universidad hizo un ciclo de FP de Informática en el Marcos Valcárcel de Ourense y le fue bien porque “era lo que me gustaba”.

“Ahora toca seguir dándole duro”

Óscar Domínguez estudia Ingeniería en Electrónica Industrial y Automática, donde “le daré duro, no queda otra”. Le acompañó el profesor del colegio Montecastelo Iván Álvarez, que le dio clase en el ciclo superior de FP de Mantenimiento Electrónico que este curso se cambió por un ciclo de Automatización y Robótica Industrial. Estaba muy orgulloso con este alumno.

“El secreto principal es organizarse, estudiar claro, y no dejar el ocio”

Lucía Leirós, segunda por la izquierda en la imagen, estuvo acompañada ayer por su familia y por el director del colegio internacional SEK-Atlántico de Poio, donde estudió Bachillerato. Tuvo la opción de ir a estudiar a Madrid pero decidió matricularse en Fisioterapia en la Universidad de Vigo porque “me dijeron que tenían instalaciones geniales y es verdad”. El secreto para llegar a notas tan altas es “organizarse y estudiar claro, y no dejar de lado las actividades de ocio”. Su padre, Perfecto Leirós, ayer muy orgulloso, corrobora la capacidad de su hija para organizar su tiempo y considera importante que también hiciese deporte. Tampoco se quiso perder el acto el directo del colegio, Jacobo Olmedo, que estaba orgulloso y que  reconocía que no es tan frecuente tener una alumna así. De Lucía Leirós dijo que había estudiado bachillerato en el SEK-Atlántico, donde fue “una alumna brillante y una persona estupenda”, y que no había que olvidar la contribución que había tenido en su formación su anterior colegio, el Alba.

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