Ágatha Ruiz de la Prada cerró la primera jornada de la pasarela madrileña con un desfile vital, lleno de color y fantasía como "resistencia a los tiempos que estamos viviendo", con una colección de telas "fabulosas", turbantes de inspiración africana y apliques de vidrio reciclado. "En mi vida he tenido más tiempo para preparar un desfile y hacer una colección", explicó ayer momentos antes de su desfile y añadió "si me sale mal es para darme de bofetadas".
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