Opinión

2017, un año cargado de incertidumbres

La llegada de un año nuevo siempre es un buen momento para hacer balance del que acaba de terminar y examinar qué nos deparará el que acaba de empezar. Y la verdad es que en lo económico, el 2016 ha cerrado con algunas cifras dignas de reseñar y que hace apenas unos meses parecían imposibles. 
Hay que tener en cuenta que hemos vivido la mayor parte del año con un gobierno en funciones y aunque muchos pensaban que esto sería un desastre, ha resultado todo lo contrario. Por ejemplo, España ha registrado el mayor superávit exterior en medio siglo, más de 15.600 millones; la confianza del consumidor se ha situado en máximos anuales; la construcción de viviendas ha cerrado con el mejor dato en cinco años; las ventas de coches han subido este ejercicio más del 11 por ciento y se han vendido 1.150.000 vehículos, y el Euribor cerró en -0,08 por ciento. 
Estos son algunos datos llamativos, aunque podríamos hablar del crecimiento espectacular de la economía, la creación de empleo o las exportaciones. Durante el último año, en el que como decía no ha habido gobierno como tal, se ha hablado mucho de los vientos de cola de la economía española: precio del petróleo, tipos de interés bajos y compra masiva de deuda por parte del BCE. Ayudas exteriores de las que sin ninguna duda hemos sabido beneficiarnos y que veremos si van a continuar en los próximos meses. Y aquí es donde hay que situar las alertas para el nuevo año.
Cierto que el BCE ha anunciado que al menos hasta marzo poco o nada va a cambiar en su política. Sin embargo, el petróleo ha iniciado una escalada que está acercando el precio a los 60 dólares, prácticamente el doble que hace apenas un año, y los tipos de interés han empezado a subir en Estados Unidos, lentamente, pero han iniciado un camino que los expertos no dudan en que va a continuar y en que se puede trasladar a Europa, quizás no este año, pero sí el siguiente. Así que habrá que estar muy alertas, si los vientos que nos han beneficiado se ralentizan o directamente desaparecen. Además, este 2017 es un año lleno de elecciones en Europa y el populismo de derechas o de izquierdas acecha. También Italia se ha convertido en una incertidumbre. Estos días incluso se habla de su posible salida de la Unión Europea. Hay que ver también cómo acaba desarrollándose la salida del Reino Unido y qué consecuencias puede tener realmente en la economía europea.
En España, más directamente, todos pendientes de si el gobierno será capaz de sacar adelante los Presupuestos. De momento, ha conseguido que le aprueben el techo de gasto y algunas subidas de impuestos, pero obviamente el PSOE tiene que hacer guiños a su electorado perdido, aunque no parece que en las encuestas esté mejorando. Habrá que ver si se radicalizan, el país se hace ingobernable y no hay que convocar nuevas elecciones.

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