Un total de 18 personas acudieron a la piscina mancomunada de A Ramallosa el pasado viernes para optar a la docena de plazas ofertadas por el Concello de Nigrán.
Una iniciativa tomada por la Administración de manera unilateral para nutrir de socorristas los arenales en temporada estival, y todo apunta que el próximo verano la escasez de efectivos no se va a producir del mismo modo que en años anteriores.
Así pues la prueba física eliminatoria celebrada en las instalaciones deportivas se desarrolló entre las 12,10 y las 13,30 horas en grupos de dos y su coste fue íntegramente asumido por las arcas municipales. A los seleccionados les queda por delante dos meses y medio de formación compuesta por 420 horas que se desarrollarán en el mismo emplazamiento, en concreto desde el 16 de abril y el 30 de junio para lo que desde el consistorio reservarán una partida que ronda los 15.000 euros. La medida adoptada por la localidad miñorana se realiza al margen de la polémica suscitada en 2019, tras su renuncia a las banderas azules. Una manera efectiva de reiterar que para el gobierno local prima la seguridad de los bañistas sin la necesidad de las presiones ejercidas por la ONG Adeac, que es la entidad que gestiona los estandartes y que vela por el cumplimiento de todos los puntos relacionados con la limpieza de los arenales, calidad del agua, efectivos y de los servicios periféricos de las mismas, así como los puntos de información al usuario. Los seleccionados adquirirán los conocimientos necesarios para velar por la seguridad de los usuarios de zonas de baño público en espacios acuáticos naturales, de forma autónoma o integrado en un equipo de rescate y socorrismo, velando por la seguridad, previniendo que se produzcan situaciones potencialmente peligrosas.
Así pues la prueba física eliminatoria celebrada en las instalaciones deportivas se desarrolló entre las 12,10 y las 13,30 horas en grupos de dos y su coste fue íntegramente asumido por las arcas municipales. A los seleccionados les queda por delante dos meses y medio de formación compuesta por 420 horas que se desarrollarán en el mismo emplazamiento, en concreto desde el 16 de abril y el 30 de junio para lo que desde el consistorio reservarán una partida que ronda los 15.000 euros. La medida adoptada por la localidad miñorana se realiza al margen de la polémica suscitada en 2019, tras su renuncia a las banderas azules. Una manera efectiva de reiterar que para el gobierno local prima la seguridad de los bañistas sin la necesidad de las presiones ejercidas por la ONG Adeac, que es la entidad que gestiona los estandartes y que vela por el cumplimiento de todos los puntos relacionados con la limpieza de los arenales, calidad del agua, efectivos y de los servicios periféricos de las mismas, así como los puntos de información al usuario. Los seleccionados adquirirán los conocimientos necesarios para velar por la seguridad de los usuarios de zonas de baño público en espacios acuáticos naturales, de forma autónoma o integrado en un equipo de rescate y socorrismo, velando por la seguridad, previniendo que se produzcan situaciones potencialmente peligrosas.
