Son mi opinión personal sobre la filosofía que tiene que seguir cualquier tipo de implantación tecnológica en el área de seguridad y emergencias
Gracias a la ciencia y a la tecnología vivimos más del doble que vivían nuestros ancestros hace poco más de un siglo. Si lo comparamos con hace dos siglos, nuestra esperanza de vida se ha multiplicado por tres o por cuatro en algunos casos. Pero no solo se trata de longevidad: también tenemos que hablar de nuestra calidad de una vida que es obviamente infinitamente mejor.
Los avances en el área médica hacen que un problema cardíaco sea resuelto en muy poco tiempo en la mayoría de los casos, cuando antes suponía una condena a pasar a mejor vida en un tiempo tasado.
Los 10 mandamientos tecnológicos para la seguridad pública y privada, y para las situaciones de emergencia no son más que mi opinión personal sobre la filosofía que tiene que seguir cualquier tipo de implantación tecnológica en el área de seguridad y emergencias.
1. Mejorarás la seguridad de las personas. Poco hay que decir sobre este mandamiento, ya que las personas siempre deben estar en el centro de cualquier implantación tecnológica. Mejorar su calidad de vida deberá ser siempre una máxima.
2. Analizarás los patrones de comportamiento. Este es el arte de sentarse a observar antes de ponerse manos a la obra.
3. Aumentarás la confianza de las personas. La confianza en materia de seguridad y emergencias lo es casi todo.
4. Medirás escrupulosamente los riesgos. Medir y prever los riesgos es fundamental para luego poder aplicar soluciones tecnológicas preventivas y reactivas.
5. Digitalizarás y sensorizarás todo lo que pueda ser medido. En un mundo digital y en pleno apogeo del Internet de las Cosas, la capacidad de sensorizar nos aportará un valor añadido y diferenciador.
6. Analizarás exhaustivamente riesgos y peligros potenciales. La potencialidad de los riesgos es una de las cuestiones más importantes que tienen los técnicos en seguridad y emergencias, y el tecnologizador tiene la obligación de analizar estos riesgos potenciales conjuntamente.
7. Redundarás siempre los sistemas de seguridad. La redundancia de sistemas, algo tan escaso como necesario, seguramente provocado por la falta de presupuesto en muchos casos, pero que es algo imprescindible para garantizar prestaciones tecnológicas casi con cualquier eventualidad.
8. Te regirás por el principio de prudencia. Como decía el refrán: es muy probable que la prudencia sea la virtud y la madre de todas las ciencias
9. Jamás caerás en la tecnolujuria. Adaptarse a lo que verdaderamente se necesita sin caer en la lujuria tecnológica, también conocida como “Tecnolujuria".
10. Más que nunca: Tecnologizarás para no morir. Sobre el último mandamiento poco más hay que decir, solo recalcar que organismos públicos y empresas deberán ser conscientes que toda aquella tecnología que pueda salvar vidas deberá ser implementada. Es una cuestión de responsabilidad que no siempre tienen presente.
Este decálogo de instrucciones es más que una declaración de intenciones, es una pequeña guía que pretende ser útil a algo que me parece fundamental: la seguridad de la vida de las personas.
