Cartas al director

DÍA MUNDIAL PARA LA SUPERACIÓN DE LA POBREZA EXTREMA

Es la primera vez, durante los últimos 20 años que aumenta la pobreza en todo el mundo. Es un problema que va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles.

Esta situación conlleva un incremento de las tensiones políticas y sociales, socava la cohesión social e impulsa la inestabilidad y los conflictos. Es un problema de derechos humanos.

La pobreza extrema es, de acuerdo con las Naciones Unidas (ONU), el estado más grave de la pobreza, incluso por encima de la pobreza infantil.
El término es utilizado para designar a una persona que no puede satisfacer sus necesidades más básicas, entre las que se encuentran el alimento, el acceso a la vivienda, a la educación, a la asistencia sanitaria, disponibilidad de agua potable y electricidad y otros servicios básicos como la educación o la salud.

En este sentido, la línea de pobreza, es un número expresado en una magnitud monetaria por debajo del cual una persona es considerada pobre.

La línea de pobreza, cambia de unas zonas geográficas a otras. Una persona puede ser rica en su país, y pobre en otro. Los organismos que la calculan, tienen en cuenta estos datos.

Actualmente, el organismo con mayor fiabilidad a este respecto (Banco Mundial) establece que la línea de pobreza se encuentra menos de 1,90 dólares diarios.

La pandemia provocada por la Covid-19 se ha convertido en una de las peores crisis, a nivel humano y económico del mundo, con más de 1,09 millones de muertes y 38,5 millones de casos confirmados.

Según el Banco Mundial, la pandemia empujará, en 2020, a la pobreza extrema a una cifra de personas comprendida entre 88 millones y 115 millones. Mientras que la cifra total llegará a los 150 millones para 2021.

Para ese año, unos 435 millones de mujeres y niñas vivirán con ingresos inferiores a los 1,90 dólares (1,61 euros) al día. Entre ellas, se incluyen 47 millones provocados por la crisis sanitaria.

Dicho de otro modo, según David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “A causa de la pandemia y la recesión mundial, más del 1 % de la población del mundo caerá en la pobreza extrema”.

Las Naciones Unidas trabajan desde hace décadas por erradicar la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo para 2030, para ello se han impulsado un conjunto de más de 1.400 medidas, que incluye a todos los Estados, el sector privado y la ciudadanía, con el fin de fomentar la solidaridad hacia los países más vulnerables del mundo. Hoy en día, los propios relatores de la ONU, como Olivier de Schutter, estas medidas-políticas, se califican como insuficientes y "llenas de agujeros".

"Estas medidas son generalmente cortoplacistas, la financiación resulta insuficiente y muchas personas inevitablemente han quedado en el olvido", apunta Olivier en un análisis publicado recientemente.
2020 marca el 32º aniversario del llamamiento a la acción del Padre Joseph Wresinski - que inspiró la celebración del 17 de octubre como el Día Mundial para la Superación de la Pobreza

Extrema y que, 5 años después, conllevaría el reconocimiento por las Naciones Unidas del día como el Día Internacional para la Erradicación de la pobreza.
Este año, el tema del día internacional abordó el desafío de lograr la justicia social y medioambiental para todas las personas.

El creciente reconocimiento de la multidimensionalidad de la pobreza significa que ambos elementos están inseparablemente entrelazados, y que la justicia social no puede realizarse plenamente sin abordar simultáneamente y de manera drástica las injusticias medioambientales.

Aunque se ha avanzado en la lucha contra la pobreza en el ámbito de los ingresos, se han tenido menos en consideración, en el marco de un enfoque más global, otras dimensiones importantes de la pobreza como el creciente impacto medioambiental, pero no podemos olvidar también y debemos alertar de que una tercera parte de las personas con discapacidad se encuentran en situación de pobreza o en riesgo de exclusión y reclamar medidas urgentes para atajar esta situación agravada por la pandemia de la COVID-19.