Cada día más, esto se parece a un gobierno de sátrapas; y esa apreciación está ya calando en el sentir del pueblo. Son muchos los hechos que nos llevan a valorar en ese sentido el comportamiento de nuestro presidente y sus ministros. Sería muy largo relatar todos los abusos que se cometen contra los españoles, la oposición política y la ideología de las personas, como suele ocurrir con los tiranos que controlan los países comunistas.
El gobierno pretende, después de profanar la tumba de Franco, expulsar a los Benedictinos del Valle de los Caídos y no descarta derribar la Cruz; este monumento es el símbolo de la reconciliación entre los españoles, que este indocumentado presidente desconoce y que, naturalmente, no quiere que exista. En él yacen españoles de uno y otro bando. Este comportamiento es fruto de su vileza y del odio que nos tiene a todos.
Recordad la respuesta al periodista de RNE Íñigo Alfonso en una entrevista el pasado noviembre: “¿La fiscalía de quién depende? Pues ya está.” Esto es lo que podemos esperar de Sánchez. Ni investigación de las tropelías de Podemos; ni denuncias por la negligencia y la desidia en la gestión y el abandono a los sanitarios y personal que exponía su vida por el coronavirus, ni acusación a Grande Marlasca por sus fechorías, ni tocar a Ábalos por el grave delito del aeropuerto, etc. Tenemos los peores datos en la resolución del Covid-19, vamos hacia una hecatombe económica, las cifras del paro superiores a las de cualquier otro país civilizado que conozcas y mi prima Lola (Fiscal General de Sánchez) pretende impedir que se investigue a los culpables de todo ello, tras los más de 50 mil muertos por esta causa.
Todo serán acusaciones contra la oposición y contra los que no seamos borregos.
El gobierno pretende, después de profanar la tumba de Franco, expulsar a los Benedictinos del Valle de los Caídos y no descarta derribar la Cruz; este monumento es el símbolo de la reconciliación entre los españoles, que este indocumentado presidente desconoce y que, naturalmente, no quiere que exista. En él yacen españoles de uno y otro bando. Este comportamiento es fruto de su vileza y del odio que nos tiene a todos.
Recordad la respuesta al periodista de RNE Íñigo Alfonso en una entrevista el pasado noviembre: “¿La fiscalía de quién depende? Pues ya está.” Esto es lo que podemos esperar de Sánchez. Ni investigación de las tropelías de Podemos; ni denuncias por la negligencia y la desidia en la gestión y el abandono a los sanitarios y personal que exponía su vida por el coronavirus, ni acusación a Grande Marlasca por sus fechorías, ni tocar a Ábalos por el grave delito del aeropuerto, etc. Tenemos los peores datos en la resolución del Covid-19, vamos hacia una hecatombe económica, las cifras del paro superiores a las de cualquier otro país civilizado que conozcas y mi prima Lola (Fiscal General de Sánchez) pretende impedir que se investigue a los culpables de todo ello, tras los más de 50 mil muertos por esta causa.
Todo serán acusaciones contra la oposición y contra los que no seamos borregos.
