Cartas al director

¿Limosna o trabajo?

Nuestro inane presidente, ese que encandila a algunos españoles con su brillante oratoria, se encuentra buscando dinero por Europa para dedicarlo al clientelismo y la compra de votos a sus borregos. No es su objetivo salvar de la crisis a las empresas españolas ni a los españoles, más bien salvar su poder tan amenazado por su nefasta gestión y su acercamiento a lo peor del mundo político. Naturalmente los que han de “soltar la pasta” quieren un compromiso de Sánchez de que su destino no será dedicarlo al gasto diario ni a la subvención, más bien para promover la inversión productiva y la calidad de vida de todos los españoles. Este destino es el que obstaculiza su socio de gobierno, cuyo mayor interés es el caos económico general y la limosna a aquellos que sean fácilmente maleables; es decir, aquellos de los que decía Emiliano Zapata: “si quieres ser ave, vuela; si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites cuando te aplasten”.
El resultado de la gestión de nuestro obseso presidente, no es el que deseaba, y mucho menos el que deseaba su colega Iglesias (por cierto, en caída libre), pero ha conseguido alguna ayuda para vender como “acierto de gestión” su labor tras el desplome de nuestra economía por la crisis del Covid-19. No debe preocuparnos mucho estos desaciertos, pues si el pueblo deja de embobarse con la oratoria -sí brillante, pero también indecente- de nuestro gobierno, pronto podrán venir los que, cómo cuando Zapatero, surgieron para levantarla de nuevo.