Cartas al director

Chapuza de Gobierno

 En ocasiones he comentado con amigos que me sentiría satisfecho si tuviéramos un gobierno inútil; la inutilidad no implica malicia y eso sería una mejora en la concepción de la política a la que nos han llevado estos señores. Pero si a la inutilidad más que evidente que nos muestran, añadimos la perversidad del gabinete que nos gobierna, nuestra situación y nuestro horizonte es sumamente aciago.
La crisis económica a la que nos enfrentamos, así como el descontrol del coronavirus que padecemos, no son tan peligrosos como la transformación de España en una dictadura bolivariana y ya vamos camino de ello. Eso no es consecuencia de inutilidad, más bien de la perfidia de la bicefalia que nos gobierna.
Se va generalizando en toda España el descontento por el desequilibrio de las acciones que parten de La Moncloa, la falta de coherencia de sus normas, pero, sobre todo, de la vileza y falsedad de cuanto deciden y hacen. Todas sus actuaciones van dirigidas a su autoprotección y su autopromoción. Las múltiples apariciones en sus apesebradas televisiones, no tienen como objetivo el informarnos, solamente las utilizan como mítines electorales.
Y todo esto es debido a la aquiescencia de los borregos; cuando vienen elecciones, todo promesas, todo renuncias a las posturas de la ultraizquierda, todo bondades muy bien presentadas por la maravillosa locuacidad de D. Pedro el trola; luego viene esto y para las próximas elecciones, seguro que estos memos han olvidado todas las fechorías que ahora están sufriendo.