Cartas al director

¿Se puede ir a peor?

Sin ninguna duda; basta mirar hacia aquellos países de los que hoy seguimos su ejemplo, para tener una idea de lo que acabaremos siendo. La moral del pueblo, es anulada y pisoteada, con grandes alardes de bondad en ello, por los medios de comunicación comprados y controlados por los sátrapas que nos gobiernan. Nos están lanzando mortíferos misiles a la línea de flotación de nuestra honra, al tiempo que ensalzan los destrozos y le llaman progreso.
En la pandemia que nos acosa, es de dominio público que tener los peores resultados de todo el planeta en contaminados del pueblo y sanitarios, así como de muertos, no se debe a tener la peor sanidad del mundo, si no el peor gobierno. Un bolivariano terrible y varios asamblearios suyos, forman parte de esa execrable administración. ¿Qué nos puede pasar peor que eso?
La ultraizquierda que nos gobierna tiene añoranza de aquella del 36, pero añade a su proceder los embustes y artimañas de los déspotas actuales. Buscan el hacer daño a los ciudadanos en todos los ámbitos, pero sobre todo en los ideológicos. Prefieren hundirnos en la miseria, para luego comprar nuestros votos con limosnas.
Cargan contra los valores, pero sobre todo los religiosos. Además de profanar tumbas, derriban cruces simbólicas, atacan los cultos, intentan derribar la cruz más alta del mundo, la del Valle de los Caídos, impiden la celebración de cultos, se burlan de la Fe de los creyentes, pretenden que los alumnos no estudien religión, se lucran en actos sacrílegos, etc.
Decía Martin Luther King, “No me preocupa tanto la gente mala, sino el espantoso silencio de la gente buena”. Muchos borregos empiezan a darse cuenta de las atrocidades de sus ídolos y dan marcha atrás, afortunadamente. Espero que consideren que peor que un político inútil y perverso es un ciudadano que lo defienda.