Para reactivar el blog escueladelenguasvivas que creamos hace casi una década, he vuelto la vista a mi experiencia más reciente.
Es en ella donde encuentro la inspiración que me lleva a desarrollar una sección dedicada a los mayores dentro de los servicios de mi empresa, y la que me animó a crear el “Observatorio de Envejecimiento Activo” en Linkedin.
¿Cómo no iba a dejar huella el tiempo vivido y compartido con ustedes en la Residencia que dirigí durante tres años?
En mi más cercana experiencia, a la que ahora doy alas de futuro, están las sonrisas de todas ustedes en aquellas excursiones que realizábamos. La Ribeira Sacra en la que nació “mi heroína” como cariñosamente llamaba a la señora que con su andador llegaba al catamarán del brazo de la auxiliar sanitaria;que estuvo, como la primera, en cada uno de los lugares que visitábamos, hasta que tuve que ponerme firme y decirle “usted, ahí no” cuando se empeñó en subir a uno de los castillos. ¿Recuerda que intentó convencerme diciendo que se sentía muy segura del brazo de la auxiliar sanitaria que viajaba con nosotras? Y después, aquella noche,¡qué cara de satisfacción al llegar a la Residencia cuando decían “estamos agotadas ¡pero felices!”
¿Y recuerdan cuando compartimos mejillones en el barco por la Ría de Arousa, refrescábamos nuestras gargantas con el Albariño…?¡buena falta nos hacía con todo lo que estábamos cantando! Incluso hicimos una pequeña “conga” bailando y cantando por el barco. ¿Cómo voy a olvidar la satisfacción tan grande de lograr esas sonrisas, esas bromas de unas con otras? Incluso vimos sonreír a la señora que se negaba a venir porque “no podía”… todas ustedes, las profesionales del Centro y yo sabíamos que sí podía ¡y pudo! con la ayuda de todas.
Pero, no fueron sólo las salidas, era el ver que animándolas al ejercicio recuperaban tono muscular, que tenían ilusión y discutían creando los artículos del periódico, que protestaban al técnico de mantenimiento porque no había plantado las flores como ustedes consideraban que saldrían más fuertes o lucirían más. Fue el libro de consejos escrito por una señora ciega, con letra enorme, que ella misma, con cariño ponía en mis manos, el poema que inventó otra para acompañar unas exquisitas latas de mejillones que me regaló cuando, como niña traviesa me decía entre risas que sabía que en mi familia había habido conserveros. ¡Cuántos momentos entrañables que me hablaban de todo lo que ofrecían ustedes a la vida, la vida que tenían por delante, lo que podían enseñarnos!
Sí, con ustedes aprendí de manera práctica lo que la ciencia está empezando a demostrar, que las neuronas en el ser humano tienen flexibilidad suficiente a lo largo de toda la vida, para crear conexiones neuronales nuevas y que actividades como conversación en otro idioma, la música o la danza, estimulan esas nuevas conexiones. Lo que la ciencia indica, yo tuve el privilegio de ser testigo con ustedes, porque ustedes tuvieron la confianza de compartirlo conmigo. Siempre les estaré agradecida.
He de confesarles que todo el trabajo y la preocupación previa a la organización de estos viajes, la necesaria supervisión durante su transcurso o el esfuerzo para la realización de otras actividades, desaparecían viendo sus rostros iluminados con la alegría. Las miraba y veía la niña que cada una fue, que aún sigue habitando dentro de todas ustedes cuando hacen algo que disfrutan.Todo mi eficaz equipo y colaboradores, sin los que no hubieran sido posibles estas actividades, se llenaban de la misma satisfacción, viéndolas a ustedes ¡habíamos hecho un buen trabajo!
La reactivación de este blog quiero que sea un homenaje de gratitud a todas ustedes, a lo que me han enseñado, a esa interminable lista de momentos vividos que me han inspirado a querer seguir creando de nuevas memorias en la personas mayores.
