Cartas al director

Los violentos y las algaradas callejeras en Cataluña hoy

Para nadie es un secreto el quién, para qué, los utilizan y de forma descarada hoy. Solo con echar un vistazo a la Cataluña actual obtendremos la respuesta adecuada. Esta comunidad se llenó los últimos años de un sin número de indocumentados violentos y sus respectivas mafias, que sin control alguno, o viendo para otro lado las autoridades dieron rienda suelta y cobertura ilegal de forma descarada, a esta invasión internacional, con la anuencia de los separatistas y sus socios de cabecera, la izquierda radical y el PSC, todo como cómplices necesarios del Proces, y uno debe preguntarse entonces: ¿dónde estaban los servicios de inteligencia nacionales y las autoridades competentes, para prevenir y frenar esta invasión programada y con ramificaciones mafiosas muy poderosas y peligrosas para la seguridad ciudadana y el país en general?
Todo ello contó con el silencio y complicidad de nuestra clase política nacional, que unos por acción y otros por omisión y complicidad, dejaron a Cataluña en manos de unos irresponsables, y son loso mismos que hoy ya amenazan con romper nuestro marco de convivencia democrática. Y ante todo ello ya sentenció la Justicia, pero los políticos no escarmentaron y siguen a lo suyo, pidiendo lo de siempre, unos indulto para los presos y otros diálogo irresponsable y ramplón, que es igual a rendición incondicional ante sus vulgares aspiraciones separatistas.
Pero hay algo mas delicado y peligroso, la pasividad de quienes hoy desgobiernan la Nación, para con los brotes violentos y destructores de esta banda de foragidos, que disfrazados de estudiantes y partidarios del Proces, asolaron el centro de Barcelona la semana pasada, mientras el gobierno de turno exigía a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad proporcionalidad y mesura en todas sus actuaciones, mientras ellos eran atacados al estilo salvaje de guerrilla urbana. Solo nos falta saber la cantidad de detenidos y su respectiva nacionalidad. Tenemos el parte de guerra desastroso para los cuerpos y fuerzas de orden público, con mas de doscientos heridos y algunos de gravedad, o los destrozos ocasionados al mobiliario público, con pérdidas millonarias en lo privado. Nos falta saber el impacto social que sin duda será incalculable por la pérdida de la confianza en toda Cataluña, para uno de sus pilares económicos, el turismo. Lo que solo sabremos cuando la ciudadanía se de cuenta de lo que perdió y seguramente exclamarán: éramos felices y no lo sabíamos. Esa cantinela retumba en mis oídos, como una maldición gitana. Es algo vivido en mis años de emigrante. Y no quisiera se repitan en mi patria, por eso se lo cuento y con mucho dolor.
La sociedad civil debe organizarse y romper su silencio, ante la pasividad y complicidad de todos los políticos en general y particularmente de quien hoy nos desgobierna en funciones, escondiéndonos los problemas reales del país. Y estar secuestrado por los separatistas y todas las confluencias de las izquierdas que le dieron su voto para la moción de censura, traicionera. Su cortina de humo con la exhumación o profanación de la tumba de Franco. Solo revivirán odios y rencores olvidados y negociados en sus días por ambas partes con aquella transición modélica del 78, que asombró al mundo. Sus frutos están a la vista hoy y son los cuarenta años de paz y prosperidad que todos estamos viviendo  pero amenazado hoy por quienes intentan devolvernos al pasado tenebroso del Frente Popular de antaño, el que Zapatero revivió y Pedro Sánchez quiere profundizar conjuntamente con comunistas, anarquistas, separatistas  y ese conjunto invisible  de mafias y ONGs de tapadillo. Es la patria y su unidad la que está en peligro hoy, la defenderemos o la entregamos como cobardes y eso no puede ser la herencia que le dejaremos a nuestros hijos. Y tu sigue ciego tu camino, con el permiso de Arcadi Espada.