Intentan confundir, y a la vez que olvidemos sus últimas negociaciones oscuras y traicioneras para la convivencia de las naciones a las que ofrecen su mediación con trastienda mafiosa y comunista. Presentes están hoy sus últimas actuaciones para blanquear ETA y fabricar hombre de paz como Otegui, o la mediación en Cuba para terminar haciendo lo mismo con la narco-guerrilla colombiana de las FARC, obviando un mandato del referéndum que los colombianos votaron no, contra aquellas nefastas y traicioneras negociaciones, donde aparecieron involucrados sorprendentemente, Obama, Zapatero, Margallo, Mongarini, de la Comunidad Europea, nuestro Rey Emérito, Juan Carlos, incluyendo al representante del Papa Francisco. Todos de guayabera blanca para hacer méritos, o pantomima aparente para un supuesto Premio Nóbel de la Paz, humillante para sus propios fundadores.
Hoy utilizan la isla de Barbados para escenificar otra traición más al pueblo de Venezuela, luego de la negativa de República Dominicana a prestar su territorio para otra pantomima más que ahuyenta y desprestigia a esta nación, como emporio turístico en el Caribe.
Los continuos desencuentros de una oposición dividida y carente de un auténtico líder, que pongo orden y cordura. Ello está limitando y alargando la posible y necesaria solución urgente, que requiere Venezuela hoy. Los protagonistas, unos supuestos líderes camuflados de opositores y contaminados del pasado reciente, que como gatopardos actúan de fuego amigo, prestándose a esta nueva farsa de Barbados, para seguir defendiendo sus propios intereses, oscuros y tenebrosos, que muy poco se alejan o difieren de las prácticas abusivas de los revolucionarios bolivarianos y sus lacayos protectores, los cubanos.
Estas mafias poderosas internacionales, manejan medios de Comunicación en todo el mundo y sus tentáculos, y logias ya forman parte sustancial de la globalización mal entendida y peor divulgada, para conseguir sus fines, donde aparecen personajes como Sores sin escrúpulos morales y éticos, para amasar fortunas. Ya lo decía Marx en su día: con la miseria de los pueblos también se hacen buenos negocios que pueden llegar a venderte la soga para tu ajusticiamiento. Los ataques despiadados que hoy deben soportar Trump, son un ejemplo vivo de cómo defender primero al pueblo americano de los usos y abusos de esas mafias internacionales, hoy al servicio del comunismo internacional, camuflados como socialismo del siglo XXI, que Cuba patentó para sus ayatolas por el mundo.
Quienes conocemos y vivimos la historia de Venezuela no podemos descartar la aparición de un nuevo líder dentro de sus FF.AA. Solo ellas pueden devolvernos al cambio hoy extraviado. Para rescatar la auténtica democracia, como hicieron y recordamos hoy el 58. El contralmirante Wolfram Larrazabal, al frente de las FF.AA y su aporte impagable, al desarrollo democrático que supo poner en marcha D. R. Betancurt, que ganó las primeras elecciones libres y democráticas. Lo que supo inteligentemente desarrollar en lo económico y social, que dieron sus frutos positivos los primeros años de su mandato, pero fue el radicalismo extremista comunista de su propio partido socialista, el germen de la descomposición extremista ideológica del mismo, que terminaría entregándole el poder a Hugo Chávez y sus cómplices.
Hoy sus FF.AA. están viviendo los destrozos causados por la penetración sorda y efectiva de su integridad, por las ordas comunistas importadas de Cuba, que los alejaron de su mas importante y verdadera misión, defender la patria, arriesgando inclusive sus propias vidas. El vil asesinato estos días del Capitán de Corbeta, Acosta Arévalo, no puede quedar impune y la Marina de Guerra Venezolana, debe exigir responsabilidades, quienes conocemos y vivimos su trayectoria democrática y apego constitucional internamente, al haber compartido trabajo y disciplina militar del año 58 al 63, como empleado civil en la Escuela Naval Militar. Ello me permitió amistades extensibles y duraderas para el resto de mi vida emigrante, las que algo manteniendo luego de cincuenta largos años. Ellas siguen siendo mis esperanzas, las que comparten hoy la mayoría del pueblo venezonalo. ¿A qué esperan, mañana puede ser tarde para ello? Lo decía Simón Bolívar: Nuestras armas solo serán legítimas y justificadas su uso, cuando está en riesgo inminente la integridad y defensa de la patria. ¿Qué está pasando hoy en Venezuela? Es la pregunta pertinente.
