Cartas al director

Historias paralelas y destinos compartidos de dos democracias

 Son las que nos ofrecen hoy los socialistas venezolanos AD y sus pares en la España actual, el PSOE. Solo los separan veinte años en el nacimiento de sus respectivas democracias (1958 y 1978). Los instructores de la primera fueron viejos roqueros comunistas y socialistas, que allí consiguieron exilio, luego de la Guerra Civil Española. Ironías del destino, son sus hijos y nietos  los mismos que están ayudando hoy a la consolidación del comunismo allí. Lo que intentan trasladar a España hoy con todos sus fracasos y miserables consecuencias y con ayuda del PSOE de Pedro Sánchez y Zapatero, con sus ayatolaes escariados y anarquizados.  Con un bagaje muy poco alentador para nuestro futuro  democrático. El resurgimiento de AD en Venezuela el 58, luego del derrocamiento del general Marcos Pérez Jiménez, fue un ensayo putrefacto, lleno de engaños y secuestros, en nombre de la democracia y donde se dieron cita la soberbia, el despilfarro y la corrupción, que unido a la toma  sistemática de los organismos controladores legislativo y judicial. Todo ello enturbiaría el mandato de Rómulo Betancort y sus sanas intenciones democráticas, que se vieron traicionadas por las  disputas internas de su ala más extremista, que aparte de ocultar el modernismo y salto cuantitativo, en lo económico  y social conseguido, en los diez años del dictador. El general, Marcos Pérez Jimémez, les sirvió para el secuestro de todas aquellas promesas democráticas vendidas al país por su máximo líder R. Betancurt, iniciando así su camino al abismo, del populismo ramplón, que capitaneó un lenguaraz Carlos Andrés Pérez, vendiendo derechos ciudadanos como caramelos, en puerta de colegio y sin sacrificio alguno para acabar con aquel incipiente progreso. 
Su eslogan hipnotizador era 'si robamos y también dejamos robar', así hipnotizaría al país entregándolo a la desestabilizadora anarquía, que capitaneaban los invasores violentos y sin papeles, que  el propicio y protegió, sirviéndole de infantería ocupacional y destapando por todo el país el 'sálvese quien pueda', trasladándonos directamente a las menos de otro iluminado, Hugo Chávez Frías, que hizo como el barbarazo, acabó con todo, utilizando vulgarmente las bondades del dictador Pérez Jiménez, con quien  se reuniría varias veces aquí en España, donde vivía  exiliado. Su llegada al poder utilizando la vía democrática, fue esperanzadora y desilusionante a la vez. No tardaría  en enseñarnos sus tentáculos traidores y sus vínculos revolucionarios con Cuba. A la que terminó entregándole su país. Las consecuencias desastrosas  de esta triste historia las está viviendo el pueblo de Venezuela hoy.
Cualquier comparación con la historia triste y truculenta del socialismo Español (POSE), el que hoy capitanea Pedro Sánchez. La dejo a merced del lector. Todos los caminosnos conducen a mismo destino, y tal vez, el que hoy nos indica esta rama extremista del PSOE español, es el del abismo destructor, con sus historias tristes y truculentas, llenas de traiciones y confusiones que conspiran directamente con la paz y el progreso en libertad que nuestra democracia nos proporcionó, con aquella Transición del 78, contra la que ya llevan muchos años conspirando y traicionando, para llevarnos al final del camino con la exhumación de Franco, la condena y posible blanqueo del golpe de Estado perpetrado en Cataluña, ya lo hicieron con ETA, unido a lo que se avecina con los ERES de Andalucía y otras irregularidades democráticas en trámite  como el estar gobernando en funciones con ayuda de los que quieren destruir nuestra patria  e intentan repetir la faena de asaltar las instituciones democráticas, como ocurrió el 36 con otro Frente Popular idéntico para someter al Estado de Derecho inoperante,  con ayuda y complicidad de los mismos, para perpetuarse en el poder y convertir a España en una nación de naciones y se arropan con la bandera Española. ¿Qué vergüenza provocan?