Cartas al director

Los errores y silencios de ayer son tarea recuperadora en el PP hoy

Sin controversias innecesarias o desencuentros inoportunos crucial para repercusión y unidad del partido, los mismos no pueden cuestionar y menos entorpecer el inicio de su urgente y necesaria ya emprendida por Pablo Casado y su equipo, si de verdad queremos salir de esta travesía del desierto introducida en nuestra organización de forma clandestina y facilitando con muchas complicidades internas la banalización y conversión de nuestro partido en un cortijo para mafiosos y delincuentes olvidándose de la tarea y compromiso político de servir al ciudadano y a su propio PP, con honestidad, fidelidad y apegado a sus valores y principios morales y éticos. Así nos convirtieron en cómplices necesarios de sus tropelías y desviaciones propias o inducidas por los adversarios políticos camuflados y disfrazados como fuego amigo o tontos útiles a todo ellos contribuyeron renombrados dirigentes regionales y nacionales con su errores, silencio y complicidades. Útiles para su propio personal y exhibir descaradamente su ego y complejos comprados sutilmente por nuestros adversarios. 
Todo esto se convirtió en un cóctel molotov en su contra, lo que algún sabremos con detalle para analizar profundamente, que pasó entonces. Por ser todo aquello desconcertante y causante de aquella estampida monumental de cinco millones de votantes. Unos huyeron a Cs y otros a Vox, dejando al PP al borde del abismo.
Lo que parece ser, poco o nada les importa a ciertos dirigentes regionales y nacionales causantes de la misma. Son estos quienes están poniendo palos en la rueda a la inminente recuperación emprendida con muchas dificultades y gran valentía de Pablo Casado y su equipo, mientras ellos siguen en su tarea entreguista y obstruccionista. Así los vemos, haciendo comparsa descalificadora con nuestros adversarios políticos y creando cordones sanitarios contra Cs y Vox. Hoy nuestros potenciales aliados de derechas para plantar cara en la calle a la deriva, desintegradora y cobarde emprendida por este gobierno Frankenstein con todos sus socios de moción y separatistas, a los que unes también las contradicciones, complejos y cobardías de algunos de nuestros dirigentes que nos hacen recordar que nada ha aprendido a la sombra de su mandato. En Vigo ayer, y Ourense hoy, con su dirigentes robotizados a los que apremio, como senadores autonómicos, a todo ello se une una alianza desconcertante y macabra, con nuestros enemigos jurados a los que entregó Educación y los Servicios Jurídicos autonómicos, para juntos y revueltos arremeter y arrebatarle la legítima propiedad del Pazo de Meirás a los herederos de Franco, Tal vez y si son necesarios, le prestaran su apoyo a Pedro Sánchez para exhumar su cadáver, luego de cuarenta años enterrado. Las cobardías y complejos producen incómodos y aberrantes compañeros de cama y colchón político.
Sin lugar a duda, esta desgraciada situación del PP deber ser superada y recuperado buena parte de todo lo extraviado. Desde hoy un paso al frente con firmeza, sin pausa y distracción, reconociendo y recordando de donde venimos y hacia donde deberemos caminar, sin olvidar nuestros orígenes y deberes que tanto contribuyeron al progreso en libertad que hoy disfrutamos, para un tiempo prudencial devolvernos la alegría y confianza en nuestros gran partido y sus profundas raíces conservadoras e ideológicas de derechas sin los matices de conveniencia que algunos dirigentes nuestros y adversarios nos desean inclusive. Quien lidera esta recuperación no está exento de cometer errores o equivocaciones en su encomiable tarea. Ellos, deberemos analizados y corregidos en tiempo y forma pero sin traumas de conveniencia como sucedió ayer, a pesar de todas las advertencias y clamores desesperados, internos y externos. Todo ellos se trató de solventar con silencios, soberbia y cobardía para proteger a los infractores amigos que sirvieron para acorralar, vejar y silenciar a los valientes denunciantes. Ello nos llevó a esta situación incómoda y traumática que hoy vivimos, la que todos unidos deberemos solventar reinventándola si de verdad queremos salvar a nuestro gran útil PP.
Lo decía el Capitán Alatriste: “desde siempre ser lúcido español, aparejó grandes amarguras y poca esperanza, contra todo ello y más deberemos luchar hoy, mañana ya será tarde para hacerlo”