Cartas al director

Demonizar a Vox traerá consecuencias para el país y el PP lo sabe

Pero algunos correveidiles intentan seguir demonizándolo y seguir los tenebrosos caminos marcados por las izquierdas y sus mariachis separatistas. Sin ninguna duda, sería un disparate a la vista, con consecuencias impredecibles para el PP y el país. Ignorar o satanizar la presencia y auge actual de Vox sería demecial. Ya lo decía Freud, Los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos. Tal vez nuestro fundador, don Manuel Fraga (QDP), soñó algún día con un partido de derechas, conservador, fuerte y unido que aglutinara a todas y cada una de sus sensibilidades de derechas para poder enfrentar los retos de una izquierda sin rumbo y patria. En gran parte, lo consiguió. Lo que no pudo materializar fue la convivencia y continuidad de su proyecto en el tiempo, trastocado por el contagio peligroso y destructivo que invadió sus filas. E impuso internamente una estrategia maquiavélica al servicio de la izquierda y con un disfraz de conveniencia, el centro virtual y ramplón. Así o mejor dicho, los profetas de la corrupción y el desastre que hoy vivimos. Lo que Pablo Casado y su equipo tratan de regenerar internamente. Pero tropiezan con la resistencia interna e irracional del fuego amigo, que hacen causa común con las izquierdas y separatistas. Para atacar despectivamente a Vox e intentar un nuevo cordón sanitario hacia el mismo.
Si analizamos concienzudamente lo sucedido el 3-12-2019, fecha inaugural del nuevo Congreso Nacional, llegaremos a la conclusión que la travesía del desierto, impuesta como penitencia obligada por las izquierdas y sus socios predilectos los separatistas, para asaltar España y convertirla en república bananera. Ya está en marcha el irrespeto a nuestras instituciones democráticas y entre ellas el Congreso de los Diputados. Llegó a su límite Constitucional, la jura del compromiso obligado de cada uno de los diputados o senadores, lo convirtieron en una mofa o pitorreo que produce en la ciudadanía desconcierto y enojo. Mientras, la mayoría progresista y sus socios separatistas celebra con descaro su aparente triunfo.
Los separatistas intentan pescar en este río revuelto y por ellos agitado, mientras una parte de los constitucionalistas le hace el juego en sus viaje a ningures. Los intentos esperanzadores de Pablo Casado y todo su equipo encuentra muchas dificultades y enemigos internos que juegan a la ruleta rusa de la política del todo vale y pretendiendo ignorar que fueron Cs y Vox los receptores de millones de votantes de derechas, cabreados y decepcionados por el dudoso comportamiento de algunos de sus dirigentes. No es menos cierto que Cs cayó en desgracia por sus contradicciones y zigzagueos. Pero nos queda Vox, para defender sin amaños truculentos nuestros sentimiento ideológicos de derechas y gracias a su valentía, coraje y los votos cosechados, hoy estamos gobernando Andalucía, Madrid y Murcia. Ciudadanos, que también ayudó a ello, ya fue víctima de sus contradicciones y enjuagues con las izquierdas. Pero Vox sigue firma y vivito, creciendo de forma alarmante para ser hoy un referente de la verdad y coherencia política de derechas, para enfrentar a las izquierdas y sus centros mediáticos, los que esta alimenta y subvenciona, para asaltar y destruir España. Ello ya crea resquemores y enfado en la ciudadanía, al poner al descubierto Vox la disposición e intenciones del nuevo comunismo con su nuevo disfraz de socialismo del siglo XXI, para llevarnos a su pasado tenebroso del Frente Popular al que ya se integraron hoy separatistas, anarquistas, mariachis y okupas importados, subvencionados clandestinamente con el dinero de todos los españoles. Sus intenciones son muy claras, arrebatarnos el progreso y libertad que disfrutamos estos cuarenta años de democracia.
Quienes abogan hoy por ayudar a Sánchez y cía en su deriva destructora , siguen secuestrados por sus cantos de sirena. No es la primera vez que un náufrago hunde al socorrista que se esfuerza por salvarlo.