Cartas al director

Cuan indigno, deshonesto y descarado...

 Es el Presidente del llamado Gobierno. Entró cual elefante en cacharrería, y con dedocracia, nombró en cargos de responsabilidad a amigos charrulos y sin saberes en pago a su lealtad a la rosa socialista de la que llevan años libando su néctar. El rebuscado puesto dado a su mujer, podría ser “cohecho impropio”. A ella le recuerdo el adagio sobre la mujer del César. Áfonos, ante tal hecho, los infames parciales medios o relaciones públicas. Por faltarle ubres para satisfacer a tanto mamón, creó cuatro nuevos ministerios que aumentan, aún más, el gasto corriente. Y se dice gobernante. Será de sus intereses, no de los ídem de la ciudadanía.
Así muestra su cinismo e irrespeto hacia los españoles que, con nuestros costosos y caros impuestos, pagamos los gastos del Estado. Por soportar dichos gastos tenemos el derecho de ciudadanos. Por tanto, cuando se refieran a nosotros, no utilicen vocablos vejatorios como gente, pueblo u otros eufemismos, trátennos con el debido respeto. Pues, al contrario que muchos zurdos, sin investigar, que se pavonean de un master que, o se lo hicieron o se lo regaló alguna Universidad, nosotros pagamos el título. A ésta, quién la vio y quién la ve, ni sombra de lo que fue.
La casta de intocables políticos, en lo ético y moral, no nos llaman ciudadanos por temer que despertemos del letargo y exijamos nuestros derechos. Alcemos la voz exigiendo respeto y rigor a nuestros impuestos por parte del Gobierno, Autonomía, Diputación y Ayuntamiento, pues la casta gasta sin control y nos pasa la factura vía sangría impositiva.
No permitamos que financien a hidras y alimañas. Me refiero a golpistas y separatistas catalanes y vascos, a CDR, a ANC, a Ómnium Cultural y a todos aquellos que quieren imponer un sistema político no recogido en la Constitución. Si los nazi-onalistas odian la tierra vecina, el Gobierno, con el derecho y medios que le otorga el Estado, debe cumplir con su deber y utilizarlos para proteger a la mayoría de españoles no afines a los fachas separatistas. Tampoco debemos financiar a los ilegales, que no migrantes, que violentan nuestras fronteras y encima, en rebaño, pegan a un turista por defender a una señora que reclamaba su derecho a circular por la acera sin obstáculos. Basta de financiar a  hidras o células terroristas islámicas que no respetan ni acatan nuestras normas y su afán es matarnos. No apoyemos ni ayudemos a cuervos que después nos quitan los ojos.
Si de verdad tenemos un Estado de Derecho, corrobórenlo cumpliendo y haciendo cumplir la Ley antes de que se produzca un estallido social. Basta ya de alimentar alimañas, sindicatos, ONG y AA.VV. Echen a quién no respete el Estado de Derecho, nuestras raíces y costumbres.
CC.OO. Y UGT, ésta con 130 años menos 40 fugados, cuándo se europeizarán y, soltando la ubre presupuestaria, vivirán de sus afiliados. De Pedrito nada espero, pero a cambio de darles la sopa boba los lleva del ronzal. Confirma lo dicho, cuando hace dos meses les endilgó la bagatela de 9 millones de euros a los desacreditados sindicatos para que ceben a sus matones piquetes  u hordas fachas que no respetan mí derecho a no secundar la huelga.