Cartas al director

A Juan Carlos L.M. Ripoll desde A Ramallosa

Estimado Juan Carlos Ripoll, ante todo por este elogio que haces de mi persona, lo cual te lo agradezco profundamente. Me dices en esa carta que enviaste para su publicación en Atlántico, el martes día 11, donde me dices el porqué no me extiendo más a los concellos de Baiona, Gondomar y a Nigrán sobre sus parroquias, te diré que Atlántico tiene sus buenos colaboradores y que se dedican a ello, yo soy un simple colaborador que cuento con el privilegio de que este periódico me publique todo de lo poco que sé con relación a mi Valle Miñor.
También dices que escribo mucho de A Ramallosa, pues si, aquí nací y aquí tengo mis raíces, por eso le llamo la Villa de los Puentes y aquí quiero quedarme para siempre. Que puedo escribir de Gondomar, pues a veces lo hago, ha escrito sobre sus parroquias, por su centro y esa situación inimaginable que la convierte en la ciudad dormitorio de Vigo, su río Miñor truchero, su ayuntamiento que con esa reforma de la plaza, la convierte en un lugar de paz y tranquilidad, del Conde de Gondomar con su palacio en el mismo centro de la villa, sus famosa rosquillas y roscones y ese magnífico campo de las Gallandas, sus furanchos a los que visito y he escrito bastante sobre ellos, y no puedo dejar en olvido la iglesia del Milagreiro San Benito. De Baiona, que te voy a decir, es única, lo tiene todo; de mi concello de Nigrán, sus parroquias todas ellas, su playa América, Panxón con su Templo Votivo del Mar, Priegue con esas vistas inmejorables, San Pedro de A Ramallosa, Vilariño donde durante muchos años residieron los frailes franciscanos, a Xunqueira, O Viso, a Cabreira y mucho más.
De todas formas, Juan Carlos Ripoll, escribiré más y más de todo lo que concierne al Valle Miñor y más concretamente de mi Ramallosa.
Gracias Juan Carlos, cuento contigo.