Han leído bien.
Marc Márquez se ha proclamado Campeón del Mundo de Motociclismo por octava vez en Tailandia, pero se merece también un Título Nobiliario, que bien podría ser el de Marqués, que casaría muy bien con su apellido.
Desde esta modesta Tribuna sugiero al Rey Felipe VI que lo considere, porque no hay ninguna duda de que nuestro brillante campeón se merece todos los honores, por ser uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos, y que por su juventud superará los logros de los campeonísimos Rossi, Nieto y Agostina, que sumaron cada uno, respectivamente, 9, 12+1 y 15 títulos.
La juventud, la capacidad, el coraje y la ambición de Marc, que solo tiene 26 años, hacen concebir fundadas esperanzas de que podrá batir todos los récords que se le pongan por delante, y si logra alzarse con 16 títulos se coronaría como Rey indiscutible del motociclismo mundial, que sería el máximo honor al que puede aspirar cualquier deportista.
Marc Márquez se ha proclamado Campeón del Mundo de Motociclismo por octava vez en Tailandia, pero se merece también un Título Nobiliario, que bien podría ser el de Marqués, que casaría muy bien con su apellido.
Desde esta modesta Tribuna sugiero al Rey Felipe VI que lo considere, porque no hay ninguna duda de que nuestro brillante campeón se merece todos los honores, por ser uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos, y que por su juventud superará los logros de los campeonísimos Rossi, Nieto y Agostina, que sumaron cada uno, respectivamente, 9, 12+1 y 15 títulos.
La juventud, la capacidad, el coraje y la ambición de Marc, que solo tiene 26 años, hacen concebir fundadas esperanzas de que podrá batir todos los récords que se le pongan por delante, y si logra alzarse con 16 títulos se coronaría como Rey indiscutible del motociclismo mundial, que sería el máximo honor al que puede aspirar cualquier deportista.
