Cartas al director

El católico, un peligro para los gobernantes

Claro. Dice San Juan: “Vino la Luz al mundo y el mundo prefirió la tinieblas a la Luz” y nos da la razón; “Por que sus obras eran malas”. El católico iluminado por esa Luz que es Cristo, denuncia sus malas obras, si obrasen bien, lo harían aceptando esa Luz que ilumina a toda persona humana. Cristo, como sabe lo que hay en el corazón del hombre, dedica a los escribas y fariseos unas frases muy duras: “Hipócritas, raza de víboras, sepulcros blanqueados”. Cristo es clemente y misericordioso pero condena con dureza a esas personas que obran con falsedad aparentando ser buenas cuando en realidad obran para beneficiarse de los demás, son lobos feroces con piel de oveja. Algo semejante se podría decir de estos “benefactores humanitarios” que dicen amparar a tantos emigrantes, claro con el dinero de los demás, mientras ellos asesinan a millones de los seres más inocentes e indefensos en el vientre de sus madres. Por mucho poder que tengan, no podrán impedir que los católicos que irradian esa Luz de Cristo, que da paz, alegría y esperanza a toda persona humana, sigan luchando contra las tinieblas y al final vendrá la Luz que es lo que necesita esta sociedad.