Yolanda Alonso es la directora del C.P.R. Nosa Señora da Esperanza, uno de los centros galardonados con el Vigués Distinguido por su trayectoria. Su idea de inclusión traspasa fronteras desde hace más de 30 años.
¿Cómo fue el recibimiento de la noticia?
Es un gran orgullo recibir este tipo de premios por lo que eso supone. Por la repercusión y por el reconocimiento. Esto habla muy bien de nuestro trabajo. Somos un colegio concertado y esto es muy buena publicidad para nosotros, porque estamos haciendo las cosas muy bien.
¿El colegio ha tenido una gran evolución desde 1968?
Hemos evolucionado mucho en función de las leyes educativas. Hemos tenido que adaptar nuestras infraestructuras para crear otro nuevo edificio e introducir secundaria. Pero no hemos dejado de crecer durante todo este tiempo, porque la enseñanza es algo vocacional que se encuentra constantemente evolucionando, cambia todo el día. No son iguales los alumnos de antes a los de ahora, y hay que saber adaptarse a ellos.
¿Porqué el colegio Nosa Señora da Esperanza es merecedor de este reconocimiento en la ciudad?
Nos lo merecemos porque trabajamos mucho, lo hacemos de forma constante y por la vocación de cada uno de nuestros profesores. Nos involucramos mucho en la educación, incluso tenemos un programa de inclusión desde hace más de 30 años, cuando todavía no era algo tan introducido en la sociedad. Trabajamos y le damos importancia a la educación especial, y todo nos costó mucho trabajo y esfuerzo. Tenemos unos valores inclusivos, pese a las dificultades que a veces puede llevarte eso, porque a todos nos costó mucho al principio y tuvimos que estar empujando ante las adversidades. Creo que lo merecemos todos, porque además del esfuerzo, es un trabajo muy gratificante.
Antón López: “Es un orgullo que las familias nos confíen la educación de sus hijos"
Antón López lleva más de 20 años ligado al CEIP Mestres Goldar como profesor de música y secretario. El premio Vigués Distinguido al colegio fue una enorme alegría para padres, madres, alumnos y profesores.
¿Cómo ha sido el recibimiento de la noticia?
Es siempre agradable que te den este tipo de reconocimientos, y también un orgullo, pero también es una responsabilidad. Sgnifica que estamos haciendo bien el trabajo diario, que las familias y los niños confían en nosotros. Nos confían su educación.
El colegio cumple 50 años desde su construcción.
Fue en el 1973, y comenzó a funcionar en el año 1975. Nos fuimos adaptando a las circunstancias, con mejores y peores épocas. Yo llevo desde el año 2000, y la evolución es positiva, pasando de 90 a 200 alumnos, y todas las predicciones completas. La repercusión que nos da esto es una alegría por el trabajo bien apreciado.
¿Cuál es el valor del colegio para merecer este premio?
La lucha por la educación pública. Y no es nada fácil. Pero no sólo nosotros, sino en toda la enseñanza pública. Tenemos que hacer partícipe a todo el profesorado, porque en la enseñanza pública existen muy buenos profesionales.
Chus Mouriño: “Tratamos de enseñar la calidad humana"
El CEIP Ramón y Cajal (más conocido como O Picacho) fue también galardonado con el Vigués Distinguido en la educación.
¿Cómo se recibió esa noticia?
Con mucha sorpresa, pero es algo que tanto a niños como a profesores les hace mucha ilusión.
El colegio tuvo una gran remodelación en 2001.
Si, aunque su historia data más o menos de los años 1940. Es algo muy llamativo porque estamos situados encima de un cementerio, y eso da pie a juegos de los niños. Incluso a que nazcan leyendas.
¿Qué diferencia al CEIP Ramón y Cajal?
Nos diferenciamos del resto porque tenemos 20 nacionalidades. Intentamos mostrar un espíritu acogedor, donde no exista el color de piel. Tratamos de enseñar la calidad humana. A nivel personal, me enorgullece trabajar en este colegio.
