nnn Galicia se encuentra ya en temporada de alto riesgo de incendios. Desde el pasado miércoles, 1 de julio, y hasta el 30 de septiembre, están prohibidas las quemas agrícolas y forestales. Coincidiendo con el inicio de esta campaña, y tras el parón obligatorio debido a la Covid-19, la Consellería de Medio Rural procedió a la adjudicación de tres proyectos de obra preventiva que afectan a siete montes de la provincia, uno de ellos en Vigo, más concretamente en la Entidad Local Menor de Bembrive, en masas gestionadas por la administración forestal y que disponen de sello de certificación que acredita que su explotación se realiza de forma sostenible.
Estas actuaciones cuentan con un presupuesto de algo más de 280.500 euros, financiados con fondos europeos del programa Feader en el marco del Plan de Desarrollo Rural (PDR). En total, se trabajará sobre una superficie de 160 hectáreas.
Las obras proyectadas por la Dirección Xeral de Planificación e Ordenación Forestal consistirán, según informaba recientemente la Xunta, en crear zonas de cortafuegos y fajas auxiliares y en el control de la vegetación y eliminación de restos y residuos que puedan actuar como combustible en los incendios, a través de rareos, rozas y podas.
Estos tratamientos silvícolas preventivos se llevarán a cabo en los montes de Bembrive (Vigo), Morgadáns (Gondomar) y Chenlo (O Porriño), Filgueira (Crecente), Agüeiros (Arcos da Condesa, en Caldas de Reis) y Salgueiras (Pontecesures). Estas actuaciones vienen a completar un total de 27 obras preventivas en distintos montes de Galicia, con una superficie de 2.170 hectáreas y un presupuesto de algo más de 2,5 millones de euros, que se sumarán a otras 16 obras licitadas, por 3,38 millones de euros, para restaurar montes dañados por los incendios.
El objetivo es evitar que las trágicas cifras de hectáreas quemadas registradas en los últimos años vuelvan a repetirse. Solo en 2019 ardieron 20.000 hectáreas, aunque el año más trágico fue 2017, con 62.000 hectáreas calcinadas y con un 'octubre caliente' que llegó a aislar el sur de la provincia con el humo y el fuego, fruto de graves incendios simultáneos declarados en los municipios de Pazos de Borbén, As Neves, Salvaterra do Miño, Pontearas, Baiona, Gondomar y Vigo.
El Gobierno gallego se ha marcado como meta mantener por debajo de 17.000 las hectáreas que se calcinen este año, tres mil menos que en la campaña pasada.
Plan de Vigo
Vigo, por su parte, cuenta con su propio Plan municipal de prevención y defensa contra los incendios forestales, aprobado el pasado mes de junio y cuya medida estrella es la obligación de mantener una franja de seguridad, o “cinturón verde”, de 50 metros.
Para ello, el Concello ha realizado un inventario en el que ha identificado 32.500 parcelas dentro de franjas, cuyos dueños deben gestionar la biomasa para evitar la expansión del fuego, y cuyo 90% está en manos privadas. n
