Más de un centenar de niños participan ya en la XIII edición del campamento escolar Mañás de Verán que organiza este mes el Centro Xuvenil Abertal, bajo fuertes medidas sanitarios que garantizan la seguridad frente a la Covid-19.
Como cada año, los niños que participan en estas jornadas, de entre 3 y 14 años, aprovechan las mañanas para realizar juegos de agua, excursiones a la playa, olimpiadas infantiles, talleres o actividades de animación a lectura.
Sin embargo, este verano no es como los demás. Laura Orge, una de las coordinadoras del campamento asegura que se están siguiendo todos los protocolos posibles para que los niños gozen de la máxima seguridad. "Tenemos dispensadores de gel hidroalcohólico en las entradas y realizamos controles de temperatura", destaca Orge.
Las instalaciones del Centro Xuvenil y el Colexio Plurilingüe Mª Auxiliadora-Salesianos han sido adaptadas para contar con tres puertas de entrada y salida diferenciadas por edad, y una vez dentro, los niños se relacionan en todo momento con un mismo grupo de diez compañeros, siete si son de infantil.
Muchas de las actividades que planificaron desde Abertal para estas Mañás de Verán pueden realizarse manteniendo en todo momento las distancias de seguridad, pero en aquellas en las que esto no resulta posible, la mascarilla es obligatoria para prevenir los contagios.
Orge asegura que los niños se están adaptando bien a este verano tan atípico y señala que desde Abertal están haciendo todo lo posible para concienciarlos de la importancia de un comportamiento responsable en términos sanitarios. "Cada lunes a primera hora aprovechamos para recordarles los protocolos de seguridad, para los pequeños de manera más visual y para los mayores entrando más de lleno en las normas", señala Orge.
La contrapartida de todas estas medidas es la necesidad de aumentar el número de monitores de cara a contar con un profesional atendiendo en todo momento a cada grupo de niños. Además, para evitar aglomeraciones, Orge asegura que "hemos tenido que ampliar los horarios de entrada y salida".
Todas estas medidas parecen estar convenciendo a las familias viguesas, ya que "notamos algo de bajón de asistencia durante la primera semana pero desde julio tenemos el mismo número de niños de siempre", indica Orge.
Desde Abertal tienen claro que la clave está en la confianza. Orge señala que han sido muchos los niños que se inscribieron durante una semana para comprobar como iban a funcionar los campamentos este verano "y cuando los padres ven cómo lo hemos organizado deciden aumentar la participación varias semanas".
