El líder de la comunidad indígena Apuriná y dos misioneras que trabajan en este territorio pidieron ayuda para salvar la biodiversidad
n n n "Lo que le pedimos al mundo es que nos ayude a cuidar de nuestra casa común. Es muy importante para toda la humanidad", aseguró ayer en Vigo el líder de la comunidad indígena Apuriná, Francisco Chagas, en el encuentro "La Amazonía que nos llama", organizado por la asociación Entreculturas en el colegio de Santiago Apóstol, por la mañana, y en la parroquia Corazón de María. Chagas estuvo acompañado por dos misioneras que trabajan hace años con las comunidades indígenas, y que junto a otros representantes de los pueblos que habitan en el pulmón del planeta participaron en el primer sínodo dedicado a los problemas que le aquejan. Para Raimunda Paixao, amazónica y misionera, "ahora ya se sabe lo que está pasando en la Amazonía, que los incendios fueron provocados por personas que pagaron a otros para que así se evitara la fiscalización prevista en este territorio sobre actividades ilegales. Es urgente que se respete y se proteja la Amazonía, porque de ella depende la Humanidad". n
