El gobierno municipal de Vigo aprobó ayer la presentación de un recurso contencioso-administrativo contra la resolución de Augas de Galicia para adjudicar el mantenimiento y conservación de la presa de Eiras, al considerar que ese mantenimiento es competencia municipal y así la está ejerciendo el Concello.
Para Abel Caballero las prestaciones que quiere adjudicar Augas de Galicia "resultarían de ejecución legalmente imposible" porque ya están siendo realizadas por la concesionaria municipal Aqualia.
"La presa es nuestra, la competencia nos la dieron en agosto de 1962, y una parte importante de la presa de Eiras la pagó Vigo. La conducción es de Vigo, y pasa por ayuntamientos por donde pagamos el IBI", señaló el regidor, que subrayó: "No queremos que la Xunta ejerza una competencia que es nuestra".
El alcalde recordó además que el gobierno gallego reclama a Vigo un canon anual de 655.000 euros por esas labores de mantenimiento que ya hace la concesionaria. "Es el hacer pagar a Vigo todo de Feijóo", dijo.
Señaló además que en recurso administrativo, el Tribunal Económico Administrativo ya había paralizado el pago "y en este nuevo recurso pedimos que se reconozca nuestra competencia y que la estamos ejerciendo", precisó el alcalde.
si ya lo hace que lo demuestre
Por su parte, fuentes de la Xunta de Galicia matizaron que el Concello de Vigo es titular del sistema de abastecimiento que sale de la presa, distribuyendo agua a los demás municipios, "a los que cobra", "pero del mantenimiento y de la seguridad de la presa se ocupa la Xunta".
"Si el Ayuntamiento ya realiza esas labores, que lo demuestre. Pero la Xunta no va a jugar con la seguridad de la población del ámbito de la presa. La Xunta asume la responsabilidad del mantenimiento y seguridad de la presa, y le repercute el gasto al Ayuntamiento de Vigo, como establece la ley", señalaron desde el gobierno autonómico.
Finalmente, recordaron que, si quiere librarse de pagar ese canon de regulación, el Ayuntamiento podría firmar un convenio, como así se le ofreció, pero el gobierno de Abel Caballero "no lo aceptó". n
