Al cumplirse dos años de la fuga de la naviera al puerto de Marín, que supuso la pérdida de 25.000 contenedores al año, la situación ha cambiado por completo con la vuelta parcial de la propia Maersk y el aumento de MSC. La terminal viguesa ya crece en tráfico de contenedores mientras Marín se desploma hasta más de un 10%.
En mayo de 2016 Maersk anunciaba que dejaba Vigo y se trasladaba a Marín, lo que hizo efectivo unas semanas más tarde. Supuso la pérdida de 25.000 contenedores en un año, el 15 por ciento de todos los que se movían en Guixar y un varapalo importante que hizo temblar la terminal marítima. Han pasado ahora tres años. ¿Qué ha ocurrido desde entonces? Que los peores augurios no se han confirmado y al contrario, la naviera danesa ha ido recuperando actividad en Vigo y reduciéndola en el puerto de la Ría de Pontevedra, lo que se puede constatar en las cifras de actividad de ambas terminales. Fuentes portuarias confirmaron que ha sido así, y que tras el primer susto, Maersk ha ido consolidando su tráfico en Vigo, si bien la carga “seca” la mantiene en su mayor parte. Aunque insisten en la prudencia, las cifras confirman lo dicho y también apuntan a que en la "vuelta" de Maersk ha tenido mucho que ver no sólo la petición de los clientes, sino que otra empresa, MSC, ha ido ocupando el hueco dejado por la competencia. Pura ley del mercado.
Las estadísticas dicen algo al respecto. En el primer trimestre de 2017, cuando se cumplía casi un año desde que Maersk emigró a Marín debido sobre todo al coste de la estiba, el puerto vecino crecía un 140% en mercancía en contenedores, el mayor incremento de toda la red de Puertos del Estado, mientras Vigo caía un 6,1 por ciento. En TEU (la unidad de contenedores), Marín subía un 92 por ciento y Vigo caía casi en un 9. En marzo de 2019, el último dato comparable, la situación es diametralmente distinta: Vigo crece en carga contenorizada un 2,8, mientras la terminal pontevedresa baja un 1,5 por ciento. En TEU, Vigo sube el 1,8 y Marín se desploma un 10,3 por ciento. Fuentes portuarias insistieron en que Vigo se había salvado en parte gracias a que otra gran naviera, MSC, se había hecho cargo de buena parte del transporte de contenedores, aunque también reconocieron que Maersk había replanteado su estrategia tras el acuerdo de la estiba.
