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Vigo, punto central del Círculo Católico

El homenaje a Mercedes de la Escalera, en 1930 momentos antes del descubrimiento de la placa que aún está en el edificio Platero, actualmente cerrado.
photo_camera El homenaje a Mercedes de la Escalera, en 1930 momentos antes del descubrimiento de la placa que aún está en el edificio Platero, actualmente cerrado.

La industralización y el movimiento obrero de finales del XIX provocaron la reacción de las clases pudientes con un entramado de beneficiencia que colocó a esta ciudad a la cabeza de España y del que aún quedan huellas

nnn En 1925, cuarenta y siete mujeres, casi todas pertenecientes a las clases más pudientes de Vigo, daban clases en la Escuela Nocturna Obrera. Apellidos como Taboada, Suárez-Llanos, Sequeiros, Tapias, Lema, Curbera, Molins, Villavicencio, Bárcena o Rovira estaban implicados en una iniciativa liderada por una madrileña que veraneaba en Baiona, Mercedes de la Escalera. Atendían a más de 500 alumnos en su sede de la calle Tres Portiñas (hoy Doutor Cadaval). Era en la antigua sede del Círculo Católico de Obreros, que había costeado Leopoldo Gómez Moure en 1904 y entregado a los Salesianos para la formación en valores cristianos a los obreros. 
El dinamismo de la beneficencia en Vigo es abordado por José Luis Mateo, miembro del Instituto de Estudios Vigueses, que prepara un libro sobre las huellas de esta acción en la ciudad: “A principios de siglo la influencia de los sindicatos de clase era muy fuerte entre la clase popular viguesa, ni a los empresarios, ni a la Iglesia le interesaba, por lo que crearon el Círculo Católico para contrarrestrar”.
Según la investigación de Mateo, se puede trazar un mapa con los lugares donde centraron su labor, una actividad que tendía puentes directos de colaboración con Madrid. Así, al primera parada es en San Francisco, donde se encontraba la Casa de la Caridad y las Damas de las Doctrinas iniciaron en 1902 su labor, primero sólo catequizadora. Dos años después ya contaban con 200 benefactores y atendían a 8.000 obreros. Tal era su influencia, que en 1906 recibieron la visita de la Infanta Isabel.
Abrieron otras sedes para acercarse a la población en la iglesia de San Honorato, en el barrio de O Couto, para pasar a una huerta del convento de la Enseñanza, en la zona de Casablanca. En Coia, se establecieron en una casa cedida por el Concello y en Areal, epicentro de la industria conservera, comenzaron a trabajar en un local, donde más tarde se instaló el asilo del Niño Jesús de Praga.
Los primeros años se limitaban a impartir formación religiosa, por lo que la mayoría de los usuarios eran mujeres. Con el objetivo de atraer a los hombres, empiezan a impartir lectura, escritura, matemáticas e higiene. Así, bajo la inspiración de Concepción Arenal, se puso en marcha en 1911 la Escuela Nocturna Obrera y pasa al actual edificio Platero de Douctor Cadaval. El coste de la formación eran 4.000 pesetas anuales, la mitad pagada por benefactores. El trabajo en las aulas continúo tras la desaparación del Círculo Católico.
Pero además de la formación, en Vigo también se hizo un esfuerzo en la lucha contra la prostitución y la represión de la trata de blancas. Mateo señala a esta ciudad como una de las primeras en establecer un reglamentación municipal en 1908. Pero la “persecución” también estuvo acompañada por un patronato católico para auxiliar a las mujeres. La condesa de Torrecedeira donó un terreno en La Ronda (actualmente de Don Bosco) para construir un asilo donde acogerlas. Quedó a cargo de una comunidad de monjas trinitarias, que mantienen su sede en el mismo lugar, donde residen niños en régimen de tutela.

ALMA DE LA BENEFICENCIA
Detrás de todo este movimiento de Acción Social Católica se encuentra Mercedes de la Escalera. Con influencias en la Corte, consiguió movilizar a las mujeres burguesas de Vigo en las distintas labores sociales. También fue una de las promotoras de la construcción de la Virgen de la Roca.
El 28 de junio de 1930, en la sede de las Escuelas Nocturas Obreras, se le hizo un homenaje y se descubrió una placa conmemorativa, que aún sigue en el interior del inmueble, sin uso desde que en los años 80 cerró la zapatería Platero . 
La trayectoria de Mercedes de la Escalera, una madrileña de clase alta que llega a Baiona para tratar su tuberculosis, inspiró la novela, “Escuelas Nocturas”, de la periodista María Luisa de la Puerta. En sus páginas, aparece retratado las dos caras del Vigo de principios de siglo: las clases populares que trabajaban en las fábricas y las familias burguesas, que  ejercieron la primera política social, inspirada por la doctrina de la Iglesia.n

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