EL NUEVO VIGO

"Vigo es el trópico gallego", dicen migrantes venezolanos

La Asociación de Amigos de Venezuela de Vigo fue la primera fundada en Galicia por el colectivo.
photo_camera La Asociación de Amigos de Venezuela de Vigo fue la primera fundada en Galicia por el colectivo.
A día de hoy son ya la primera colonia de la ciudad por encima de los portugueses, con 2.222 censados en el padrón municipal

La colonia de venezolanos en Vigo no ha dejado de crecer durante los últimos años hasta convertirse en la mayor de la ciudad, por encima incluso de la de portugueses. A día de hoy son 2.222 los venezolanos censados en el padrón de Vigo frente a los 563 que residían en la ciudad en el año 2009, cuatriplicando su presencia en poco más de una década.
La situación política y económica que vive su país provoca que cada año se cuenten por centenares los venezolanos que llegan a Vigo, un destino que eligen principalmente por el trabajo y el clima. “Sabemos que esta ciudad es un motor de la economía gallega y además va muy de acuerdo con la idiosincrasia venezolana, nos gusta la playa y el movimiento, es una de las ciudades más elegidas por el colectivo, para nosotros es el trópico de Galicia”, asegura Manuel Pérez, presidente de la Asociación de Amigos de Venezuela de Vigo, la más antigua de toda Galicia formada por inmigrantes de este país al ser fundada hace ya 18 años. Su local situado en la calle Pino se ha convertido en un punto de encuentro para la colonia.

La mayoría son familiares de antiguos emigrantes gallegos

Manuel Pérez destaca que muchos de los venezolanos que han llegado a Vigo durante los últimos años son familiares de gallegos que en su día emigraron al país sudamericano. "Hace años Venezuela recibía muchos inmigrantes pero ahora lamentablemente se produce una huida del país por la situación actual y han retornado muchas personas que tienen familiares y conocidos aquí por lo que Galicia se ha convertido en uno de los principales destinos", apunta.
La asociación viguesa busca de ayudar a los inmigrantes que llegan cada año a la ciudad para facilitar su adaptación. “Trabajamos en son de los socios en muchos aspectos en la parte cultural, en formación, para ayudarlos conseguir trabajo, información para que puedan llevar a sus hijos al colegio o acceder a los diferentes entes públicos”, apunta Pérez, que recuerda que “las cosas siempre son difíciles cuando se llega a otro país diferente”. Desde la llegada de la pandemia, la asociación ha encontrado mayores dificultades para atender al gran número de venezolanos asentados en Vigo, 430 de ellos miembros de la organización, por motivos de aforos y distancia de seguridad.

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