MARIO VAQUERIZO, Presentó su libro “Cuentos para niños rockeros”

“Vigo es ciudad Vaquerizo, por eso los dos nombres son con ‘V’, de carácter muy vivo”

Mario Vaquerizo, ayer, en la promoción de su libro.
photo_camera Mario Vaquerizo, ayer, en la promoción de su libro.

Mario Vaquerizo (Madrid, 1974) visitó ayer Galicia para presentar su nuevo libro “Cuentos para niños rockeros”, donde presenta la vida de cincuenta grandes figuras de la música tan variados como Mozart, Lola Flores o Madonna. 

Una viguesa, Silvia Superstar, se cuela entre los top de Vaquerizo. “Cuando leí lo que había escrito sobre Silvia me emocioné”, confesó el autor, quien conoció Vigo de mano de la líder de Killer Barbies: “Siempre digo que fue en su local (Black Ball) donde Olvido  (Alaska) y yo nos dimos el primer morreo; es una ciudad Vaquerizo, por eso los dos nombres son con ‘V’, de carácter muy vivo; da cabida a toda tipo de propuestas, me lo descubrió Silvia, pero luego lo experimenté yo cuando me subí al escenario como pregonero del carnaval vigués, hablamos el mismo idioma, es fruto de la selección natural”. Fiel a su estilo, Vaquerizo habló de su libro para Atlántico.

¿Quiénes los niños rockeros?
Los niños que podrían ser yo, que con cuatro años fui con mi tía a ver “Grease” y que cambió la vida. Me di cuenta que me hacía más feliz oír música por la radio y leer “Superpop” que jugar a las chapas o al fútbol.

¿Qué criterio siguió para este abanico tan variado de biografías?
Tiene en común su actitud ante la vida, son dueños de sus acciones. Son personas únicas, referentes para mí. No soy prejuicioso.

Sigue el estilo de narración infantil, ¿son vidas de cuento?
Lo son. Hay muchos niños que no saben quién es Madonna, Camilo Sexto o Rafaela Carrá. Yo nunca había escrito para niños y quise darle luminosidad. Me quedo con lo anecdótico y obvio datos típicos. Como periodista me gusta documentarme. Muchos adultos se han sorprendido al leerlo. Hay cuentos con final feliz y otros más trágicos. Yo prefiero la comedia, pero trato a los niños con respeto. No son tontos y no podía ocultar el carácter autodestructivo de Amy Winehouse, pero se dice de otra manera. Creo que hay que ser elegante también al escribir para ellos.

¿Y cómo es el cuento de Vaquerizo?
Es el prólogo. Es la historia de un niño rockero que descubre John Travolta y después a Bee Gees y a Mecano, con mi obsesión Ana Torroja. De “Superpop” pasé a “Gran Musical” y descubrí “Aplauso”, uno de los mejores programas musicales, donde podía actuar Rocío Jurado y los Village People, pero también escuchaba “Los 40”. Recibí una educación hacia un gusto no discriminatorio. Mi historia acaba siendo un rock star con las Nancys Rubias. No sabemos tocar ningún instrumento, pero lo que importa es la actitud. Somos estética, como los Kiss, mis ídolos musicales. Pese a dejarnos fuera del circuito, aquí estamos, quince años después, tocando en el Obradoiro y en el carnaval de Vigo.

¿Qué palo le falta por tocar?
No sé. Me siento muy afortunado de poder hacer de mis aficiones mi medio de vida. Me gustaría ser bibliotecario, me apunté a la facultad hace tres años, pero no me gusta la universidad actual, tan virtual. Este verano haré mi book con los recuerdo que guardo en cajas desde 1999, billetes, entradas..

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