Los fieles que el día del Cristo, el primer domingo de agosto, pasen por la Concatedral y cumplan con la liturgia establecida por la Iglesia recibirán a partir del próximo año la indulgencia plenaria, un beneficio que el Papa concede a iglesias que ostentan la condición de basílica, como pasa en Santiago durante el Año Santo. A partir de ahora también en la conocida popularmente como colegiata viguesa, tras recibir el pasado 14 de julio de Francisco el título de Concatedral y Basílica de Santa María, y también nuevas obligaciones: como basílica podrá hacer uso de símbolos de la dignidad pontificia, como el sello con las llaves entrecruzadas, el conopeo que identifica a los templos con especial vinculación a la Santa Sede, o el tintinábulo, una campanilla que se usará en ocasiones solemnes, como la procesión de Corpus Christi.
Además, asume el compromiso de promover la formación bíblica, divulgar y estudiar documentos del magisterio del Sumo Pontífice, así como la obligación de celebrar solemnemente ciertas fiestas: la cátedra de San Pedro (22 de febrero), las festividades de San Pedro y San Pablo (29 de junio), el aniversario de la exaltación del Papa Francisco (19 de marzo), el de la concesión del título de basílica y otra fecha que el obispado elija.
En esas celebraciones solemnes, la basílica viguesa podrá otorgar, en nombre del Papa, la indulgencia plenaria a quien visite el tempo y cumpla los requisitos de confesión, comunión y oración por el Santo Padre, destacaron el obispo y el vicario general de la diócesis, Juan Luis Martínez Lorenzo. Es decir, igual que ocurre en el Año Santo compostelano con los peregrinos que realizan el Camino.
Para que un templo consiga esa distinción por parte del Sumo Pontífice debe cumplir una serie de requisitos: tener un perfil arquitectónico destacado, ser un foco espiritual de la comunidad, y poseer un "tesoro espiritual" (en ese caso, el Cristo de la Victoria) al que se dé culto de forma continuada. Lo curioso es que la propuesta lanzada desde la ciudad se tramitó y resolvió de forma exprés, apenas en un año, lo que sus promotores vincularon con la existencia de una documentación rigurosa que probaba que cumplía todas las condiciones exigidas.
El propio obispo de la diócesis, Luis Quinteiro, anunciará formalmente a los fieles la concesión del título de basílica en una eucaristía que se celebrará este próximo 15 de agosto en la Concatedral. Asimismo, está prevista la celebración de una misa de "acción de gracias", presidida por el Nuncio del Papa en España, Bernardito Cleopas.
Según destacaron en el acto de presentación realizado en el Obispado de Tui-Vigo, la Concatedral se convertirá en un templo de mayor peso en la diócesis al acumular su consideración histórica, que no real, de colegiata, con la de Concatedral, logrado en 1968, y ahora el de Basílica. Con todo, destacaron que la primera iglesia de Vigo tiene incluso interés por sí misma como una pieza del neoclásico: tiene 200 años desde el inicio de su construcción, en el lugar que ocupaba una iglesia románica y gótica, de la que sólo queda el tímpano de entrada, cuyo original se guarda en el Museo Provincial de Pontevedra. En Vigo hay una copia exacta realizada por los canteros de Poio, colocada en el atrio del templo. La colegiata se terminó en 1836, aunque todavía tuvieron que pasar 20 años más hasta que estuvieron terminadas las torres.
"Todo comenzó con un susurro del cardenal Carlos Amigo"
El párroco de la ahora Concatedral y Basílica de Santa María, Moisés Alonso Valverde, se mostraba ayer muy satisfecho por la rapidez en que ha salido adelante una idea que él mismo lanzó, hace menos de tres años, y que en su momento había sido rechazada por el Obispado de Tui-Vigo, que más tarde la asumió y tramitó. En un año, el informe fue visto y aceptado por la Santa Sede. Con todo, quiso restarse protagonismo y aseguró que todo surgió de un "susurro". "Fue el cardenal Carlos Amigo quien me susurró que la Concatedral cumplía con todas las condiciones para convertirse en basílica. Fue fructificando hasta que tuve la osadía de presentar la solicitud al obispo me apoyó, sin el obispo no podría haber hecho nada", aseguraba ayer.
En la actualidad, existen más de 1.500 basílicas menores (las mayores son solo cuatro y todas ellas están en Roma: San Juan de Letrán, San Pedro, San Pablo Extamuros y Santa María la Mayor), de las que 123 están en España y son todas por designación papal. De ellas, una veintena tienen la doble de condición de basílica y concatedral. En Galicia, son basílicas las catedrales y otros dos templos, uno en Foz y otro más cercano, Santa María de los Navegantes, en Pontevedra. Por su parte, el obispo Luis Quinteiro señaló que en Vigo hay una gran devoción, "al contrario de lo que algunos piensan, con muchos fieles del Cristo de la Victoria, que ahora estará en la Concatedral y Basílica de Santa María, una iglesia mucho más unida al Papa".
"La verdad es que es un título de que nos hace ilusión", aseguraba Quinteiro. La Diócesis de Tui se trasladó a Vigo en 1958, convirtiendo a la ciudad en capital episcopal gallega. El 14 de julio pasado se dio vía libre a la concesión, que se hizo oficial para la Diócesis unos días más tarde, el 31 del mismo mes. n
