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Las ventas de motos en Vigo repuntan con la crisis del covid

El incremento en ventas se produjo en todo tipo de cilindradas.
photo_camera El incremento en ventas se produjo en todo tipo de cilindradas.
Pese al parón por el estado de alarma, el número de vehículos comercializados en verano llegó a duplicar los registros de 2019
En un contexto de caída en las ventas de automóviles, ya no solo acentuada por la crisis sanitaria, las motocicletas vivieron este año un repunte en las ventas tras el estado de alarma. Esta tendencia también se hizo notar en Vigo –una de las ciudades del norte de España con mayor parque móvil de este tipo de vehículos–, principalmente durante los meses de verano con ventas que llegaron a duplicar en algunas tiendas los registros de los meses estivales de 2019.
“En verano se vendió mucha moto. Nadie podría decir con precisión si el repunte está relacionado directamente por la pandemia, creo más que fue la respuesta al parón durante el estado de alarma”, afirma Sebastián Diner, responsable de ventas de Sportpasión. A su juicio, “en Vigo y el resto de la provincia se ha aguantado el tirón de ventas, mejor que en total nacional hasta el momento” y añade que el confinamiento en casa fue una de las claves para que muchos compradores tomasen la decisión de adquirir una motocicleta: “La gente regresó en junio y julio con ganas de moto. En esos meses llegamos a duplicar las ventas del año pasado”, señala.
En cuanto a las cilindradas más demandados, la tendencia no ha sufrido en Vigo modificación alguna por la pandemia. Si bien se podría pensar que el miedo a los contagios en los transportes públicos o la incertidumbre económica a la hora de invertir en un coche podrían ser los principales motivos para la compra de motos, desde las tiendas especializadas apuntan a otro factor. “Vigo es una ciudad muy motorizada”, indica Jorge Ponte, gerente de Motos Ponte y los datos oficiales así lo corroboran: la ciudad sumaba en septiembre 38.600 motos y ciclomotores, 1.200 más que en 2019.
Ante el parón de la actividad desde mediados de marzo por el estado de alarma y el cierre de los establecimientos, el ejercicio de 2020 se presenta con dificultades, aunque admiten que “fuimos unos afortunados por haber vivido ese repunte”, añade Ponte. “Al volver no nos esperábamos esta subida de las ventas”, reconoce el gerente de Moto Élite, José Rabadán.
La venta de motocicletas en Vigo y provincia arrastra caídas interanuales pronunciadas a las que ahora también se suma otro problema en el horizonte: la falta de stock de muchas marcas fabricantes. En Sportpasión, Motos Ponte o Moto Élite, la comercialización de motos vive un auténtico frenazo desde el inicio de septiembre debido algunos de los modelos que demandan sus clientes no se encuentran por ahora disponibles en sus instalaciones. “Es una consecuencia de los parones de actividad de los fabricantes en primavera y pasa en casi todas las marcas”, admite Sebastián Diner. 

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